GEMIDOS

Mojados y Enojados

Venus

Comencé a correr, no podía seguir allí, no podía sentir esa adrenalina que me dejaba sin o saber, no podía actuar así, él era su hermano, no puedo un día decir si a una oportunidad y luego caer cuál zorra en los brazos de Noa.

.— ¡Venus espera!—siento su voz lejos de mí, estoy en un pasillo de la fiesta, este salón es inmenso.

Miro y no lo veo, mucha gente está en su mundo hasta que llego a un balcón y una mujer algo triste está allí, ella me extiende un vaso.

Lo tomo de un tirón y veo que ella está Mirado algo en su móvil y llora.

— ¿Lo siento, quieres que te deje sola?— ella sonríe tristemente — No tranquila, solo miro como el que se suponía me amaba, está con otro hombre — Abrí mis ojos, no podría disimular mi sorpresa.— Lo siento quizás no es para ti quizás ...— ella se sirve otro trago — Quizás? Yo creo que está más que claro.— Ella extiende su móvil para que lo vea y trato de no Pero un tatuaje se me hace conocido y le quitó el móvil lo retrocedo y allí está Dan con una rubia en brazos comience a besos mientras yo casi muero de la culpa por algo que seguro es mucho menos de lo que el ahora ara él.

—¿Venus?— la voz de Noa detrás de mí me giro y le muestro el móvil de la extraña.

— ¿Viaje de negocios vereda?— él mira y se toma la cabeza — Podemos hablar?— él da un paso hacia mí y yo hacia atrás.

— Mi nueva amiga creo que no quiere verte — la extraña me toma de la cintura y me lleva hacia ella.

Me da un trago y lo tomo, él se queda allí.

— Esto es lo que harás tomarás con una extraña, sabes que es esta la firma en juego y lo de Dan luego lo hablas con él.— lo miro, él solo le interesa la empresa, a su hermano no le importa nada y a mí ¿qué me importa?

— Ahora voy solo dame un momento con mi nueva amiga— él se marcha ofuscado.

— Bueno soy Alana y veo que tú eres la esposa de Noa Aluk no sabía que se había casado sentí algo de su hermano Pero sé que es pura fachada todos sabemos que Dan es un alma libre— me quedo con ella y me presento — Soy Venus — ella habla de lo que le duele ver el vídeo, pero sabe que a pesar de todo se casará igual las reglas que la pusieron allí no la dejarían ir y en parte me dio pena, las dos estamos donde no queremos estar.

Pasaron unos minutos — Debo volver a la fiesta — le digo ella, se acomoda el vestido y me dice— Bueno, volvamos, te presentaré a mi papá — Caminamos, no estoy muy tomada ella más que yo, pero está bien también.

Salimos nos reímos, ella saluda con la mano cuál reina a gente que la mira y le sonríe, se nota que son amables.

— Mira, él es mi papá — llegamos a dónde está un hombre muy llamativo, algo serio, alto, con muy buena presencia — Hola soy Ezequiel — le extiendo la mano y él me la besa.

— ¿No eres de aquí verdad?— enseguida que voy a hablar ella me interrumpe — No papá ella es la esposa de Noa Aluk puedes creerlo — él abre sus ojos — No sabía que gusto — antes de que esto se vuelva más grande saludo me alejo lo busco con la mirada y no lo veo.

— ¿Hola saben dónde está Noa?- le pregunto a la señora del señor Kativa— No solo sé que salió con mi hijo — la miro sería — Señora hacia donde se fueron — ella toma de su trago y me señala detrás de mi me paro y voy hacia donde me dice.

Camino rápido algo me dice que Noa enojado no es bueno para nadie al llegar veo y toda la gente está distraída disfrutado camino por aún pasillo donde me lleva a la piscina miro no veo a nadie me estoy por ir cuando escucho el ruido del agua y no puedo creer lo que veo.

Noa está golpeando en el agua al hijo del señor Kativa.

Miro detrás de mí para que nadie más vea — ¡¡Noa!!— veo golpes en el agua hasta que lo sumerge y no me queda otra cosa que tirarme, solo que ahí un problema No sé nadar.

Veo como mi cuerpo se hunde y no puedo salir a flote, abrió mis ojos y trato de respirar, pero no puedo hasta que siento que alguien me toma y me saca a flote, me tomo fuerte de él.

—¡¡Que intentas hacer!!— me gusta Noa mientras quita el cabello de mi cara, yo solo puedo toser para poder respirar de nuevo.

Él me lleva a la orilla y me sube y como quedó con el vestido empapado que no me deja mover, subo y me dejó caer para poder respirar normal.

¿Miro y no veo al hijo de Kativa — Dónde está el hijo del señor Kativa?_ me angustio al no verlo y pensar lo peor.

Veo como Noa sale del agua — ¿No lo mate si eso te preocupa?— lo miro sería— De verdad Cree que es un juego matar gente sabes lo grave que es y el chico no hizo nada para que lo golpearas— El se ríe irónicamente y me levanta del suelo _ La verdad me asombra tu capacidad de alivianar algo y hacerlo tan simple — Lo miro y no digo nada solo me dispongo a caminar hacia afuera.

— ¿A dónde se supone que irás así?— me giro y lo miro — A casa — él levanta la ceja y vine tras de mi, pasa por mi lado y dice — Excelente a casa — camina y salimos de allí, vamos por aún pasillo el cual no pasamos por la fiesta nos metemos al elevador el mojado yo mojada.

Él mira los números, me ignora y solo lo veo mojado su camisa que mara su cuerpo, el aroma a su cabello mojado y no pienso en nada, solo recuerdo que en otra parte el que dice ser mi esposo se divierte en brazos de otra que seguro le estará dando más de lo que yo le he dado.

Se abre la puerta del elevador y el chico del auto nos mira, estamos mojados y enojados se nota — El auto — dice él y yo sigo— Por favor — el chico sale por el auto él me mira — Así será todo lo que diga tú me estarás corrigiendo solo para molestarme?—

— Eso soy para ti una molestia —él no dice nada, llega el auto y me abre la puerta, me subo, abrochó mi cinturón él sube y salimos .

En el camino él no dice una palabra, yo miro por la ventana sabiendo que en la noche el reflejo que me deja el cristal es un maquillaje corriendo y un pelo mojado.

Al llegar bajo triste de saber que nada de lo que quiero lo puedo tener, que lo que parecía bueno no lo era y que el casi mata alguien tan solo por su machismo.