(Abril 01de 2013, Cd. De México.)
(Doctor David Ramírez Cortez.)
Comencé a pasear de un lado a otro por mi casa y estaba ansioso, parecía toro de lidia enojado y enjaulado, desesperado por verla otra vez y comprobar si era tan bella como la recordaba. Pero ella no llegaba y eso me desesperaba más.
Han pasado ya nueve días desde que la vi y me estoy volviendo loco solo de pensar que no es real, que solo fue el producto de un sueño
De pronto se escuchó la primera campanada de la media noche en el viejo reloj y fue cuando sonó el timbre de la puerta y presuroso corrí hacia la puerta para abrirle.
-Pasa Tasia, no te quedes ahí.- le dije tan pronto abrí y la vi, su belleza era tal y como la recordaba, única e inigualable, misteriosa y etérea.
-Hola David, como estuvo tu día?- me pregunto
