-Hola, buenas noches, mi nombre es Tasia
-Buenas noches Señorita, ¿en qué puedo servirla?
-¡Yo soy quien te va a servir a ti! ¿no me has llamado tú acaso? Pues bién aquí estoy. - dijo la bella y extraña mujer
-Yo creo que se ha equivocado señorita, ¡yo no he llamado ni enviado a buscar a nadie!
-En eso te equivocas, tú me has mandado venir ¿no eres acaso el Doctor David Ramírez Cortez, el mismo que lleva años llamándome?
-En efecto, ese es mi nombre, pero yo no he llamado a nadie y menos en estos momentos tan difíciles, le deben de haber jugado alguna broma, no necesito ninguna mujer y menos a una dama como usted.
-Estas Equivocado, yo no soy una mujerzuela, estoy aquí por tus lamentos; ya me cansé de que me maldigas cada vez que pierdes a un paciente es por eso que me decidí a venir, no pude venir antes porque soy un ser muy ocupado, pero estoy cansada de oírte quejar en mi contra y maldecirme; tú no sabes aun quien soy en realidad, ni con lo que has escuchado?- me recrimino la mujer haciéndome a un lado para poder pasar a mi casa.