Narra Hasley Poco a poco el tiempo pasa y con él se marchan los amigos de los abuelos que poco había visto en mis años de vida. Quedando en el lugar, mi madre, Luke y yo. Por un momento pensé que habría tensión entre nosotros por las discusiones que hemos tenido. Pero nada de ello pasó cuando nos enfocamos es en ver a los ancianos que ya no veremos otra vez. La casa está en silencio, ya no suena el tango, ni hay lamentaciones fuertes que escuchar. Ahora, mi madre, Luke y yo, lloramos en silencio mientras vemos esos dos cajones que jamás deseamos ver. Alguien entra al lugar y es Ethan. — Señora, ha llegado los gemelos Pritzker y dentro de 1uince minutos viene el señor Paraskevopoulou — informa. Luke se levanta. — Iré a recibir a mis hermanos — informa. — No es necesario. Mi gente s