—Loid… —me llamó, evitando hacer contacto visual conmigo. —Dime. Estaba interesado en saber lo que tendría que decir, mis manos aún estaban en sus hombros, y nuestra cercanía a este momento, no había sido tan corta desde nuestra primera noche de bodas. No podía apartar la mirada de sus labios, que con solo un beso, guardé su sabor en mi memoria. Tan suave, tan húmedo, tan ansiado. ¿Deseo? Supongo que es innegable, ella es como un imán, y siento esas ganas irremediables por volver a unirme en su ser. Convertir en realidad los sueños que me asaltan por las noches, aquellas donde ella no me rechaza y solo se entrega al placer, pidiendo más de mí y yo de ella. —Seré sincera contigo. Sigues sin agradarme, tu comportamiento desde que he regresado es el mismo, lo cual me lleva a no desarro