Thiago tuvo que sostenerla bien contra su cuerpo cuando el beso comenzó a subir de tono. Dayana se estaba aferrando a él, buscaba la manera de estar pegado a su cuerpo a como dé lugar y él estaba muy dispuesto a consentirla. Metió su lengua, haciendo una pequeña pelea contra la de la omega que seguía buscando la manera de tener más contacto con él, pero tenía que controlarse porque sino iba a cometer un error y no quería eso. — Vamos a comer algo. — ¿Puedo seguir teniendo más besos después? —preguntó sin aliento y mirando de manera estúpida los labios del alfa—. ¿Sí, por favor? — Por supuesto —dejó un casto beso en sus labios—. Todos los besos que desees los tendrás. Comieron entre pláticas amenas, la omega fue conociendo un poco más sobre su vida y cómo fueron sus padres con él an