LUCIANA — ¡Qué, qué! — grita Rebecca — ¡Oh por Dios!, ese es el destino — dice emocionada — Tú no creías en él. Yo te lo dije muchas veces, que tarde o temprano la vida te lo pondría en tu camino nuevamente. Mi amiga exaltó y emocionó cuando le dije que lo había vuelto a ver, y que él era como quién dice mi nuevo jefe. Ella siempre decía que si las cosas pasaban por algo, supuestamente… significaba porque el destino nos ponía en nuestras vidas oportunidades que nunca teníamos que dejar pasar. No sé de dónde se había vuelto tan ingeniosa para ese tipo de cosas. Quizás el tiempo que se juntó con unos hippies le metieron ideas extrañas. — Y sigo no creyendo — respondo, me dejé caer en el sofá. Ella se encontraba viendo una de sus series policíacas, era fan de ese tipo de programas. En