Entre a Sky Corporation más tarde que de costumbre, sintiendo el peso de varias miradas sobre mí. Me observe al espejo del vestíbulo, esperando que nuevamente no estuviese tan dormida esta mañana como para usar cuatro colores diferentes en mi vestimenta, o que mi vestido no se haya agujereado. Nada de eso sucedía, por lo que no lograba entender que era lo que llamaba la atención de las personas. La recepcionista agradable que siempre me saludaba con amabilidad se acercó a mi casi corriendo. —¡Buenos días, señorita Jessica! Su padre pidió específicamente que antes de empezar su día laboral pasara por su oficina. —Oh, genial. —Por cierto... ¡felicidades! —me dedico una sonrisa que mostró toda su dentadura y se alejó hacia donde la llamaban. ¿Felicidades? ¿Por qué? ¿Era mi cumplea