Ver una vez más a Scott había sido un disparo directamente a mi corazón, pero el saber que podía haber algún tipo de esperanza, por más mínima que fuese, me animaba a continuar y no bajar los brazos. Iba a hacer hasta lo inalcanzable por recuperar lo que el destino me había arrebatado, no importaba cuanto me costara. Hice lo posible por conseguir un vuelo a Nueva York de madrugada, eso implico tener que quedarme más de la cuenta en el aeropuerto. No deseaba cruzarme con nadie y sabía que estarían haciendo vigilia en mi casa. Mi plan era huir lo más rápido posible, como si la sombra me quemara. Buscar documentos importantes, todo lo que pueda servirme para mi viaje y dejar atrás mi vida habitual por al menos un tiempo. Cuando volviera, meditaría sobre lo que necesito para el futuro y si