El club nocturno al cual habíamos asistido se establecía como uno de los lugares más emblemáticos de todo el distrito art deco, tenía las mejores fiestas diurnas y grandes celebraciones nocturnas haciendo bastante buena la reputación del lugar. El inmenso espacio al aire libre repleto de personas, una gran barra en el medio del lugar y varios espacios reservados para quienes estaban dispuestos a pagar más por mayor comodidad, hacían del lugar una exclusividad. Yo, por mi parte, seguía con el ceño fruncido. Nunca habían sido de mi agrado este tipo de lugares, los veía como una pérdida total de tiempo y dinero; si tenía que perder ambos prefería hacer algo que si me apeteciera pero para Jessica, la diversión era algo primordial. —Cambia la maldita expresión de estreñido, Stephen, o de un