Paradoja. Esa era la palabra que venía a mi mente cuando pensaba en Stephen. Él abarcaba todo lo que detestaba en una persona pero de una forma u otra, me parecía más que atractivo. Era tan controlador, asfixiante y manipulador. Pertenecía a la alta sociedad de la cual yo renegaba constantemente y para completar todo eso, era el socio de mi padre. Mi apetito s****l estaba nublando mi capacidad de crítica, era obvio. Había sido toda una aventura la noche que habíamos pasado con la esposa de Hamilton, y después de haberme ido de su casa me había saturado el celular con mensajes. Su hostigamiento era parte del instinto de macho alfa, el hecho de que Cheryl haya mostrado interés en mí activaba todas sus alarmas, y la celopatia bastante visible que manejaba le generaba inseguridades. N