Stephen Jessica no me dirigía la palabra desde que habíamos ingresado al automóvil camino a la torre Belinwurst. Cuando la deslumbrante edificación apareció frente a nosotros, bajo del auto con toda la elegancia que una mujer de su estirpe podía desprender y sin esperar que el chofer le abriera la puerta. Deduje que era una mujer independiente desde el primer momento que la vi, no era de esas mujeres histrionicas que esperaban a su príncipe azul, más bien todo lo contrario. —Señor James, un placer —el asistente de Liam Swanson me tendió la mano, la cual apreté para luego señalar a la rubia que se encontraba a mi lado. —Le presentó a Jessica Romanov, representante de Sky Corporation. —Un gusto, señorita Romanov —dijo el hombre casi anonadado por la belleza tan particular de mi aco