Los Vengadores y la HIja de los Dioses, tercera temporada

CAPITULO 19 “Compras Navideñas y más.”

(DICIEMBRE 23, 2016, BILLINGS, MONTANA.)

(Anthony Stark/Iron Man)

            Una vez que se decidió que iríamos de compras y que el Tal Bobby conduciría, salimos rumbo a la suburban de Ahmanet, ya de camino a Billings, entendí por qué Cuervo Rojo le pidió que nos llevara.

            La carretera estaba algo difícil, con la nieve y el hielo que había en ella, a nuestra llegada no lo notamos porque Ahmanet nos hizo saltar de la salida de Billings hasta la entrada de su propiedad.

            Vamos un poco apretados ya que somos ocho en la camioneta, pero aun así parece que todos se divierten, acordaron ir primero al centro comercial, a comprar los obsequios; así que en cuanto llegamos todos fuimos de compras. Y como era obvio, el primero lugar al que fueron las mujeres fue a la boutique más cercana.

            Tras pasar poco más de una hora, las tres compraron un vestido para la cena de mañana, lo que me parece ridículo, ya que es una cena familiar y no un baile de gran salón. Y como era mi deber yo pague las cuentas, para solucionar el problema de la vigilancia de Ross, hice a viernes reservar dos habitaciones grandes para Pepper, Rhodey y para mí, también se reservaron mesa en el restaurante y así como que reservara equipos deportivos y paseos en helicópteros por la montaña.

            Mientras Pepper, Nat y Wanda se probaban los vertidos yo busque algo que comprarle a la niña, tenía que ser algo amplio, dado su embarazo y fue cuando vi un bonito vestido tipo romano en color blanco, muy sencillo pero sexy, que le quedaría muy bien aun con su embarazo, vi la talla y calcule si le quedaría y llamando a una empleada le pedí

-Podría ponerme este vestido en una caja para regalo, por favor.

-Claro deme un momento.- dijo la empleada y veinte minutos después tenía uno de los regalos en mis manos.

            Después de comprar ropa y algunos obsequios, como por ejemplo el abrigo que Pepper le compro a Ahmanet y la chaqueta que compro para Steve. Fuimos a una zapatería en donde compraron los zapatos perfectos para sus vertidos, yo no compre zapatos para Ahmanet porque no sabía qué tipo de zapatilla le gustaría, así que preferí salir de ahí e ir a la joyería que estaba a unos diez metros más adelante y ahí le compre un bonito collar de ópalos a Ahmanet y un reloj para Steve, también compre relojes para Cuervo, Bobby y Tomas y a Luna le compre una cadena con un hermoso dije en forma de corazón con una bella amatista y rodeada por diamantes lavanda y una cadena de oro blanco. A Wanda le compre una cadena de oro blanco con un pendiente doble, un diamante redondo y otro ligeramente más grande en forma de lagrima. A Nat, le compre una joya de amatistas y diamantes pequeños,  y a Pepper le compre un juego completo de turquesas y diamantes.

            Para cuando ellas llegaron a la joyería, ya llevaban varios paquetes y vi como Pepper pedía un extraño juego en ópalos casi rosados y turquesas , así como también note que Nat, pedía ver un collar formado por una cadena de oro amarillo con siete esferas de ópalos de fuego de diferentes tamaños y por ultimo vi como Wanda y Visión, pedían una cadena de la que pendía un dragón en oro y el dragón sujetando una piedra amorfa de ópalo de fuego.

            También compraron unos pequeños aretes de perlas y una pulsera de oro creo que para Luna.

            A las ocho de la noche tras pasar poco más de tres horas  de compras decidimos regresar a la cabaña, cuando por fin llegamos, tras entrar y darnos cuenta de que la cena estaba lista fuimos a la sala a fin de poner todos los regalos bajo el pino, vi que Ahmanet estaba descansando y que en su regazo estaban Isis y Maat y que junto a ella estaban Tomas y Luna, estaban viendo televisión o al menos eso parecía pues Ahmanet estaba jugando ajedrez con Tomas.

            Treinta minutos después estábamos disfrutando de las costillas ahumadas que preparara Cuervo Rojo, las que estaban muy ricas en verdad.

            Al terminar de cenar, algunos de nosotros ayudamos a recoger,  después  Bobby y su familia se fue, quedando de regresar al día siguiente después de mediodía.

            Cerca de media noche nos retiramos todos a dormir y tal como había dicho Bobby, había comenzado a nevar. Al menos no era una tormenta severa sino una nevada ligera, pero aun así la nieve se acumularía.