❦Sexo en vivo➳

1570 Words
❦Faby Jones❦ Después de las clases de la universidad salgo del salón y vigilo cómo una águila antes de salir, sé que en este momento estoy siendo inmadura, pero, no quiero encontrarme con Antoni. Me despido de Vanessa y después logro salir victoriosa. Tomo un taxi para llegar a casa, esta noche es especial quiero que el gran Alonso Laquini compositor se fije en mí. Iré a casa y después me arreglaré para la gran noche. ➳Uriel Rume➳ No he comido durante todo el día, aún me falta leer más de la mitad, pero por ahora solo haré la voluntad de mi padre que en paz descanse. Alguien está tocando la puerta, sé que es la mujer que me crío. —Pasa, Julia. —Hijo, no has comido nada, te traje algo de comer, también quiero decirte que está aquí Alonso quiere hablar contigo. —Por supuesto, dile que pase. Dejo la comida a un lado, no tengo hambre, solo quiero hablar con mi mejor amigo, él siempre me aconseja, somos como hermanos además, él conocía a mi padre. —¡Pequeño, cachorro! ¿Cómo estás? —No me llames así, no soy un cachorro, Alonso. —Oh, perdón, lo había olvidado, eres una bestia. —No me llames por mi nombre de la mafia, solo dime por mi nombre sin apodos cariñosos. —No tengo la culpa que tu segundo nombre sea León. —Cambiando de tema, esta noche cenaremos por mi cumpleaños 32 en el Luna Azul, solo tengo una pregunta, ¿por qué no quieres que nadie se entere de que ese lugar es tuyo? —Porque tres chicas tocan en las noches y no quiero que se enteren quien soy aún, porque he escuchado a una chica ella es especial, aún no he visto su rostro, pero la he escuchado practicar antes de salir, quiero conocerla y escucharla tocar el piano esta noche —me dice Alonso, sus ojos se iluminan. —Está bien, entonces se celebrará mi cumpleaños 32 y también escucharé tocar a una nerda de la música aburrida. —No digas eso, Uriel, sabes que soy uno de los compositores más conocidos mundialmente, la música clásica es exquisita y lleva mucha disciplina, algo que tú no tienes, amigo. Él tiene razón, pero continuo pensando que la música clásica es realmente aburrida. Esta noche Alonso me organizo una fiesta en su restaurante Luna Azul, nunca había celebrado mi cumpleaños no me interesa hacerlo. Cumplo 32 años esta noche, han pasado 4 años desde la muerte de mi padre. Alonso se despide y se marcha, al parecer él está más emocionado que yo por esta noche. Veo la hora en mi reloj son las cinco de la tarde, tengo que arreglarme para la fiesta de mi cumpleaños 32 a la cual no tengo ni el más mínimo interés en asistir. Solo haré como si estuviera feliz, por mi mejor amigo.                   Horas más tarde.           Faby Jones. Son las siete de la noche, estoy tras vestidores a punto de salir, Dayana me compro un hermoso vestido, corte sirena n***o y con un escote forma corazón, es preciso, mi cabello largo y castaño cae sobre mis hombros con un broche hermoso y aretes de cristal. Me veo costosa, pero eso no me importa, estoy nerviosa, quiero que Alonso se fije en mí, aunque no sabía que sería una fiesta de cumpleaños. No me importa la persona que esté cumpliendo años, solo quiero tocar como si esta noche fuese la última vez que lo hago. En este momento está tocando Sabrina, ella es una perra, su padre es el dueño de varios hoteles en la ciudad. Cree que es una princesa, aunque solo es una niña consentida que cree que tiene talento, pero debo admitir que esta noche está tocando bien. Ella misma me dijo el otro día que su padre conocía a Alonso, solo espero que aún existan personas decentes. —Un fuerte aplauso a la señorita Sabrina, ahora es el turno de Fabiana Jones, nos deleitará tocando el piano. Esas palabras hacen que en este momento quiera salir corriendo, pero tengo que demostrar de lo que soy capaz.              ➳➳➳➳➳➳➳➳➳➳➳➳ La chica anterior llamada Sabrina tocó el violín, era realmente aburrida, volteo a ver a Alonso, él está emocionado, se supone que yo debería estar feliz por mi fiesta. —Alonso, no quiero estar aquí, te juro que tengo sueño en este momento, no entiendo como a las personas les puede gustar esto. —Hermano, por favor, solo quiero escuchar a la siguiente chica, eso es todo y si quieres nos vamos a un club. —Está bien, pide que para entonces aún no esté dormido del aburrimiento. —El padre de la chica llamada Sabrina intento sobornarme para que le diera una oportunidad a su hija, por supuesto que no lo haré. Solo asiento con la cabeza, Alonso no comprende que esto no me interesa en lo absoluto. La próxima mujer es llamada al escenario, tomo un poco de champaña para relajarme para aburrirme aún más. La siguiente mujer tocará el piano, más aburrido aún. Su nombre es Fabiana Jones, al verla salir al escenario me quedo completamente sin palabras, debe ser solo otra niña de papi como la anterior que solo le importa el dinero y la popularidad. —Ella es de la que te hable, es un prodigio la he escuchado antes, ella es increíble. —No me importa. —No seas un cachorro gruñón —me reclama. —No me llames así —le digo muy molesto. La mujer pasa el escenario y me quedo sin palabras, ella es una muñeca, es preciosa, trato de que mi interés hacia ella no se note, he estado con muchas mujeres, actrices, modelos, pero ella es diferente. Su cabello largo y natural, su piel blanca, su seguridad domina el escenario. La mujer comienza a tocar, mi rostro no cambia de expresión, o intento no cambiar de expresión. La forma en la que toca es increíble tiene una precisión al hacerlo como una profesional, tiene la pasión que le falto a las otras dos chicas anteriores. Me hago una pregunta mental, ¿será igual de apasionada al hacer el amor? Podría imaginármelo en este momento. Despierto de mi trance al escuchar los aplausos de todos, yo también aplaudo. —Pensé que no te gustaba —me dice Alonso mientras sonríe. —Ella es buena, pero no quiere decir que me guste la música. —Mira quien viene, Uriel, tu enamorada. —Ella no me importa, solo la uso cuando tengo una erección, solo es un coño de consuelo y nada más que eso. En este momento estoy tan excitado, necesito a Alondra, es una modelo rusa. —Amigo, préstame tu oficina, Alondra no se ve tan mal esta noche. —Está bien, cachorro, pero deja todo en su puesto, no quiero nada derramado sobre mi escritorio y sabes a lo que me refiero. Me levanto y tomo de la mano a Alondra y la llevo conmigo a la oficina de mi amigo. —Estás tan guapo esta noche —me dice Alondra, ella acaricia mi brazo. Entro a la oficina y enciendo la luz, todo está tan limpio y ordenado, Alonso es tan perfeccionista. No tengo el tiempo para desvestir a Alondra. Tocó sobre su corto vestido su culo redondo y le doy una palmada, ella gime y se voltea, mueve su culo sobre mi erección. Después ella me besa con desesperación, después se arrodilla frente a mí y desabrocha mi pantalón y después pasa la lengua por sus labios antes de introducir mi gigante erección dentro de su boca.            ➳➳➳➳➳➳➳➳➳➳➳➳➳➳ Después de bajar del escenario puedo sentir como palpita mi corazón, puedo respirar tranquila una vez más, sé que en el escenario me veo segura de mi misma y tranquila, pero, por dentro siento que me dará un colapso. Estoy orgullosa de mi misma, todo estuvo perfecto. Le envío un mensaje a Dayana. Alguien dice mi nombre a mis espaldas y eso me preocupa, es mi jefe. —Felicidades, Faby, el señor Alonso quiere hablar contigo, ve a buscarlo a la oficina. —Gracias, lo haré en este momento. Estoy a punto de saltar de la emoción, aunque no debería emocionarme tanto, y si no le gustó, o me despiden. No, no puedo tener pensamientos negativos en este momento. Bajo a donde están las mesas y después me dirijo a la oficina, estoy ansiosa por hablar con el señor Alonso. Llego a la oficina y antes de abrir la puerta limpio el sudor de mis manos en mi vestido. Me doy cuenta de que la puerta no está cerrada, está abierta. Dos personas están a dentro, por los ventanales grandes entra un fuerte viendo, haciendo que la puerta se abra lo suficientemente para ver a las dos personas. ¡Él y ella están! Nunca había visto sexo en vivo. Pido disculpas y salgo corriendo, mi corazón da martillazos fuertes en mi pecho, mi respiración es pesada y mi mis mejillas están rojas. Nunca olvidaré el rostro de ese hombre, me atormentará por días, a la mujer no le vi el rostro, estaba sobre sus rodillas en el piso. Solo quiero hablar con el señor Alonso e irme de aquí.
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