• Número Desconocido: Buenos días Emily, ¿Cómo amanece la mujer más sexy de Chicago?
• Emily Miller: ¿Puedes parar de escribirme? No sé quién eres y eres bastante raro
• Número Desconocido: Soy un admirador, ya te lo dije
• Emily Miller: Pues eres un admirador bastante extraño, no sé siquiera tu nombre
• Número Desconocido: Si te digo mi nombre perdería sentido todo esto que estoy haciendo, ¿no crees?
• Emily Miller: ¿Cómo se que no eres un asesino en serie o un violador?
• Número Desconocido: Confía en mí, no podría ser ninguna de esas dos cosas porque dañaría mi reputación… Además, no estoy enfermo de la cabeza Emily
• Emily Miller: Parece que lo estás, ¿eres un stalker profesional?
• Número Desconocido: No, la verdadera historia es más interesante de lo que tu crees pero aún no puedes saberla
• Emily Miller: Pfff, que aburrido eres entonces
• Número Desconocido: El misterio debe mantenerse querida… Por cierto, bonitas fotos tienes en tu i********:
• Emily Miller: Sabía que eras un stalker, deja de ver mis fotos
• Número Desconocido: Tienes un buen culo Emily, te veías muy bien en ese traje de baño que usaste en Los Ángeles
• Emily Miller: ¡Eres un pervertido! ¡Adiós!
• Número Desconocido: Espera Emily, no te vayas
✓✓ Visto a las 10:07 AM
• Número Desconocido: ¿Emily?
✓✓ Visto a las 10:07 AM
Ethan dejó su móvil en la mesa de noche, sonreía pícaramente, pero sabía que tarde o temprano debía parar ya que lo que estaba haciendo no estaba bien, aparte era bastante acosador de su parte, pero le intrigaba como Emily poco a poco cedía ante él a pesar de no saber quien era.
Rápidamente se levantó de su cama y se dirigió al baño, comenzó a observarse en el espejo notando que su piel comenzaba a notarse algo diferente, los años comenzaban a hacerse presentes en su rostro, aunque no le disgustaba del todo ya que le hacían lucir bastante interesante a sus ojos.
- Un cantante de treinta y tres años, multimillonario, apuesto e increíblemente soltero — decía en voz baja Ethan mirándose al espejo — ¿No estás tan mal eh?
Se alejó del tocador y se metió a la ducha despojándose de su ropa interior y abriendo la llave.
El vapor del agua caliente empañó los vidrios, deslizaba el jabón por todo su cuerpo el cual era bastante atlético, poseía unos pectorales grandes y marcados a la par que en su abdomen podrían usarlo para lavar ropa, unos brazos no tan grandes pero si musculosos, y ni hablar de sus piernas o su… bueno.
Pasados unos largos minutos cerró la llave de la ducha, abrió la puerta lentamente secándose la cara y el cabello en el proceso, pero cuando abrió sus ojos…
- ¡Sr. Morgan, qué pena! — exclamó una chica dando un brinco y girándose para no ver a Ethan
- No pasa nada Olivia, ¿por qué te da pena? — preguntó el hombre que continuó secándose sin más dilación
- Es que no esperaba encontrarlo así, pasaba a… — tartamudeó un poco — a… limpiar el baño, sí… a limpiar el baño — terminó su frase aún estando de espaldas
Olivia era la chica que estaba encargada de los quehaceres de la casa de Ethan desde hace muchos meses, a la par que se había convertido en su compañía invitándola a vivir allí. Esta casa era enorme y para Ethan vivir solo allí se le hacía algo triste, así que una vez conoció a Olivia este la invitó a ella y a su familia a convivir con él.
- Pasan los meses y aún te da algo de vergüenza cuando me ves así — le susurró al oído acercándosele por detrás — ¿Qué es lo que pasa Olivia?
- Realmente nada, es que… ¡Dios! — suspiró girándose lentamente encontrándose cara a cara con su jefe — Es imposible no ponerse así con un hombre como usted cerca
- ¿Eso mismo le dices a tu esposo, Olivia? — preguntó sonriéndole y poniéndole la mano en la espalda baja para ponerla más cerca
- ¡Sr. Morgan!
- Te he dicho mil veces que me digas Ethan — reclamó — ¿Cerraste la puerta?
- Como siempre, papi — le dijo acercándosele un poco más rozándose los labios — ¿De verdad creías que venía a limpiar el baño? — culminó por decirle antes de darle un pequeño beso
- Me encanta que siempre vengas con esas intenciones, desnúdate y ve a la cama
- ¿Y por qué no lo hacemos aquí? — sentenció dejándose caer la falda y despojándose de su pequeña blusa para luego ponerse de rodillas
- Mi querida Olivia, ojalá tu esposo te viera chupándome la v***a…
Olivia pasó su mano por el abdomen de Ethan y le tomó la cabeza muy rosada y babosa del pene de su jefe, sacó la lengua para darle una probada, tenía un sabor muy limpio que lo hizo más agradable, lo tomó desde hasta abajo para meterlo a su boca, de a poco iba entrando el pene de Ethan mientras Olivia cerraba sus ojos ya que siempre le había costado un poco debido a que el m*****o del magnate era más largo que el de su esposo.
La chica continuó hasta que se topó con su mano, allí supo que ya casi estaba adentro por completo, abrió sus ojos para verlo y este tenía una cara de mucho placer con los ojos cerrados mientras le decía
- Por el amor a Dios, ¡OLIVIA! — exclamó dejando escapar un gemido de placer
Olivia apartó su mano para intentar metérsela toda a la boca pero se comenzó a ahogar, así que tuvo que sacarlo, quiso intentarlo de nuevo pero se detuvo para así comenzar a mamar con más sensualidad. La chica movía la cabeza lentamente en un vaivén que causaba que el m*****o de Ethan entrara y saliera de su boca, incluso en ocasiones lo sacaba por completo haciendo ver los hilos de saliva colgaban entre él y su boca. El pene de Ethan estaba todo lleno de saliva, al igual que Olivia, a esta se le escurría por sus pechos ya que estaba mamándosela en ropa interior.
Ethan tomó con una mano el cabello que le estorbaba un poco a su empleada para que ella siguiera metiendo y sacando su pene de su linda boca mientras que con la otra mano acariciaba sus huevos, Olivia sintió como Ethan soltaba su cabello para tocar una de sus tetas sobre su sostén, el hombre la apretaba de una manera que le causaba mucho placer a la chica, la v****a de esta escurría tanto que en su panty se lograba ver la marca de humedad. Ethan sacó el pene de la boca de Olivia para tomarla por los brazos.
- Siéntate en la cama y síguemela chupando Olivia, que bien lo haces
Olivia siguió haciendo su trabajo, chupaba el pene de este hombre imponente el cual estaba totalmente empapado de su saliva, allí fue cuando pensó hacer lo que hace semanas Ethan le había enseñado, decidiéndose al final tomó los huevos de este y los comenzó a saborear, a chuparlos y mantenerlos dentro de su boca un tiempo. Ethan realmente lo disfrutaba, suspiraba y le decía.
- Que bien lo haces — dijo acariciándole la cara mientras gemía — Si tan solo te viera tu esposo, que zorra eres
Ethan solía tener esa posición dominante que a su empleada le excitaba un montón, al escuchar estas palabras aceleró su ritmo causándole una sensación de electricidad que le recorrió todo el cuerpo a aquel hombre.
- Detente Olivia, voy a acabar — avisó intentando separarse — No quiero mancharte la cara, iré al baño
- ¡¿Estás loco?! — exclamó Olivia indignada — ¡Dámelo en la boca!
Rápidamente sin discutir Olivia se introdujo el m*****o de Ethan lo más que pudo para sentir esa gran descarga de leche calientita de un sabor bastante dulce. La chica se tragó gran parte de él para lo demás embarrarlo sobre sus pechos.
Ethan cayó rendido en la cama donde de inmediato le acompañó Olivia, mirándose y riéndose por un largo rato.
- ¿Qué pasará el día que tu esposo nos descubra? — preguntó Ethan girándose para mirar de frente a Olivia
- No creo que lo haga, es bastante distraído — respondió la chica tomando una de las toallas húmedas de la mesa de noche — Además, creo que tiene a otra…
- Que infiel nuestro querido Thomas, que escandalo… Si tan solo supiera que su esposa…
- ¡Cállate Ethan!
- Sólo bromeo, además esto que tenemos es un mutuo acuerdo por placer ¿no es así?
Olivia asintió con su cabeza abrochándose nuevamente su blusa.
- Así que ahora si me permites, volveré a mis actividades de ama de casa
- Adelante su majestad, gracias por su humilde visita — dijo mientras la chica se alejaba tras el pasillo enorme de su habitación
Ethan suspiró y miró al techo riéndose de lo que acababa de pasar. Realmente era un pervertido, no pensaba que podría saciar sus necesidades de una manera tan sencilla, a lo mejor funcionaría así con Emily pero no quería dañar su reputación como un buen jefe que nunca se mete con sus empleadas… ¿Aunque realmente importaba eso? Podría hacer lo que le plazca.
Volvió a tomar su móvil y buscó nuevamente el i********: de Emily, allí encontró más fotos en las cuales la chica se veía aún más provocativa de lo que parecía, la pequeña Miller le encantaba mucho mostrar su cuerpo, que por cierto estaba bastante tonificado gracias a sus años en la gimnasia artística, era una chica que siempre se mantuvo en forma debido a las estrictas reglas del comité de deportes de su universidad.
El hombre no dudó en tomar nuevamente su pene y comenzar a agitarlo, miraba fijamente las fotos de Emily una tras otra mientras se masturbaba furiosamente, su pene de nuevo estaba duro y listo para continuar, aunque antes de seguir agitándolo abrió la cámara de su móvil y se tomó una foto donde se le veían desde los testículos, su gran m*****o erecto y parte de su cara.
Entró al chat con Emily y procedió a enviar la foto censurándose la cara.
• Número Desconocido: Así me tienes pequeña, espero algún día estés tú encima de él
En aquella foto Ethan también dejó ver algunos de sus tatuajes los cuales eran sumamente privados, nadie más sabía de la existencia de estos más que aquellas que estuvieron con él. Una combinación de serpientes con rosas en uno de sus pectorales y una pequeña mariposa en su zona abdominal eran estos tatuajes que el mundo no conocía.
¿Acababa de cometer un error debido a su estado de calentura?