Hades esperaba a Perséfone en la habitación recostado, ya había tardado mucho en llegar. Estaba a punto de entrar al baño cuando la vio salir. Su rostro ya estaba más relajado, libre del rastro de alcohol. Perséfone con su pijama puesta decidió recostarse aun lado, ni siquiera se atrevía ver a Hades a los ojos. Dándole la espalda, no sabía si estaba molesta con él o con ella, por sembrar ideas que jamás iban a ocurrir. Hades le había mencionado de una esposa, quizás no la olvidaba y por eso su rechazo hacia ella.
Sumergida en sus pensamientos, sintió unas fuerte manos rodear su cintura, mientras la abrazaba.
- Perséfone. – escuchó la voz de Hades muy cerca de su oído. – la razón por la que te rechazó es para mantenerte viva y a salvo.
Perséfone decidió darse la vuelta y verlo a los o
