- ¿Dónde esta ella? – preguntó Perséfone algo inquieta. Jamás por su cabeza pasó la idea de que Hades alguna vez estuvo casado. - Ella, ella esta viva que es lo que importa ahora. – respondió Hades contemplando a Perséfone. Su fuente de vida y luz estaba frente a sus ojos, aunque ella no tenga ni la menor idea de sus orígenes. – llegó la hora de irnos. – esta vez su voz sonó más relajada, esa era la voz que Perséfone escuchaba de su esposo cada vez que miraban juntos los atardeceres, era como su reinicio junto a ella. Él se puso de pie, ofreció su mano para ayudarla, ella lo aceptó y juntos caminaron hasta el coche, donde Caronto los esperaba. Como ya era muy tarde para regresar a la empresa, fueron a la mansión. Perséfone se estaba dando un largo baño, mientras lo hacia pensaba en to