Somos los últimos en llegar, están empezando a poner la segunda entrada en la mesa cuando ocupamos nuestros lugares ante la vista incomoda de algunos invitados y los organizadores del evento. Aun así nos sonreímos mirándonos a los ojos mientras nos acomodamos en las únicas dos sillas desocupadas, al tiempo que empezamos a comer.
— Muero de hambre — me susurra al oído — pero de otra cosa…
— Yo tengo hambre después de hacer tanto ejercicio — le susurro igual — aunque creo que después de esto me va tocar ir a quemar todas las calorías que me coma.
— Me gusta esto, entonces después del postre escapamos…
Le sonrió ampliamente en señal de aprobación, para luego detenerse a pensar y replantea su idea.
— Sabes que, primero vamos a bailar, uno de mis amigos se va a presentar esta noche y si
