Narra Marcus Regreso a la fiesta aturdido y estoy a punto de abrir la puerta de la habitación cuando alguien sale. Es mi tía Melissa. Ella me mira y frunce el ceño. —¿Qué ocurre? ¿Dónde está Christina? Tu madre me pidió que los buscara a los dos. Quiere hablar con ella. No digo nada En cambio, me apoyo contra la pared y respiro profundamente. —Esto no me puede estar pasando a mí— me digo más a mí mismo que a ella.Todo lo que Christina dijo allí era mentira. No hay manera en el infierno que sea verdad. Me sigo repitiendo a mí mismo que es una mierda. La alternativa es horrible. Ni siquiera puedo pensar en eso ahora mismo. La mano en mi hombro me devuelve al presente. Mi tía me mira preocupada y yo miro su vestido de seda rosa y recuerdo que estamos en una boda. La boda de mi hermano. No