-Oye... Me... Me siento mareada...
-Oh vamos... Apenas tenemos una hora de habernos subido aquí.
-Pero jamas he había subido a una de estas cosas...
-Deja de ver al oceano.
-¿Cuanto falta por llegar...?
-Dos días.
-¡¿Que dijistes?!
-¿Crees que los reinos estan pegados el uno al otro?
-¡¿No es así?!
-Haizzzz... ¿Que tanto es lo que sabes del reino?
-Solo que... Hay 10 pueblos... Que talvez existan mas seres... Y que unicamente los hijos de la realeza tienen ojos color turquesa...
-Veo que no sabes realmente nada, aunque la verdad no me extraña, despues de todo unicamente los hijos de la realeza tienen estos conocimientos.
El principe me dirigió una mirada de suspicacia, como si quiciera evaluar ai realmente era digna de confianza, o al menos eso entendí yo. Por ahora solo daba gracias a los cielos ya que había podido evadir las preguntas peligrosas cuando él comenzó a ver que me ponía verde debido al mareo.
-No le pienso contar a nadie sobre lo que me digas.
-No es que tengas opción. Si abres tu boca cuando no debes... Cortaré tu lengua antes de que puedas terminar la primer palabra.
-¡¿Es que todos los nobles son así de barbaros?!
Él se levanto para acercarse a mí, la balsa de por si era pequeña por lo que solo bastó dos pasos para que quedaramos frente a frente...
-¿Que... Que estas haciendo...?
-Escucha muy bien... Talvez no quieras servir en el palacio, dadas las circunstancias apruebo hasta cierto punto eso, pero no permitiré que me hables sin el mas minimo de los respetos. A mis ojos y a los ojos de los demas, solo eres una P-L-E-B-E-Y-A.
Su rostro ahora apenas y estaba a muy pocos centimetros del mío, podía sentir la amenaza que emanaba de su ser pero a este punto ya no había marcha atras. ¡Definitivamente le demostraré a este principito del demonio que él jamas me va a doblegar mi espiritu! Apreveche la cercanía para poder decir mis palabras igual de intimidante que él.
-No me importa morir. Servirte no es un honor, es admitir mi sumisión a tí, es ser tu esclava. Mientras vivía en el reino que se te fue dado por decición de los dioses no me rebelé, pero esta no es tu tierra.
-¿Y que con eso? Si meto mi espada en tí y luego te hecho al oceano nadie sabrá si quiera que alguna vez exististe. No importa si estamos en mi reino o aquí, mientras yo sea mas poderoso que tú, debes rendirme respeto.
Su mirada era penetrante, era como si quiciera lanzar miles de cuchillas hacia mí, pero no iba a retroceder
-¡Ese es el pensamiento mas estupido y absurdo que escuche en mi vida!
-¡¿Acabas de decirme estupido?!
-¡Y absurdo tambien!
-Hmph, veo que ya se te fue el mareo.
-¡¿Eh?!
-Es un dolor de cabeza cargar con un enfermo, peor aún si es una mujer.
-¿No... No vas a matarme?
-Si realmente lo quiciera hacer, ya lo habría hecho hace mucho tiempo.
Lo observé por un rato analizando cada una de sus palabras, si lo que él decía era cierto lo mejor sería sincerarme un poco para que así la tensión desaparezca... Al menos un poco.
-Yo... Yo no se porque mis ojos cambian de color...
-¿Vas a decirme tu historia niña?
-Solo con tres condiciones.
-Tienes muchas agallas muchacha, bien adelante.
-La primera es que no les impondras un castigo ni adrementaras las vidas de las personas con las que viví hasta hoy.
La segunda, que no me obligaras a servirte como si fuera una de tus tantas criadas, ni amenazaras mi vida como lo has venido haciendo desde que nos conocimos.
Y la tercera... Que me llames por mi nombre "Aurora"
-Interesantes peticiones... Muy bien acepto.
-Ok, mis padres... O al menos las personas que cuidaban de mí, es la pareja de panaderos que viven a un costado del bosque... Ellos me encontraron cerca de la barrera hace 20 años, segun dicen yo estaba envuelta en unas mantas y tenía a lo mucho unos dos días de nacida. Ellos se dieron cuenta de los cambios de colores en mis ojos según mi estado de animo y fue por eso que jamas me dejaron tener amigos. Juro que no sé el porque pude cruzar la barrera y tampoco sé porque uno de los cambios de colores en mis ojos es el turqueza.
-¿Estas segura que eso es todo?
Lo dude mucho, pero sabía que con la cercanía actual con la que viviríamos a partir de hoy, lo mejor era contarle toda la verdad y así evitar que él me acusara de mentirosa mas adelante.
-No... Tambien hay una cosa más...
-¿El que?
Dí media vuelta para quedar de espalda con él, luego lentamente recogí mi cabello para que la parte de atras de mi cuello pudiera quedar al descubierto.
-Cuando ellos me encontraron... Yo tenía ese pequeño cristal incrustado en mi cuello.
El principe se levanto muy despacio sin decir ni una sola palabra.
Pude sentir como acercaba sus manos hacia ese cristal, yo no moví ni un solo musculo simplemente me quede ahí esperando a que él lo revisara.
En cuanto sus dedos tocaron el diamante un calor recorrio por todo mi cuerpo, el agua comenzó a moverse para un lado y otro como si quiciera formarse un remolino justo en medio de nosotros, el viento soplo con fuerza y el cielo se oscurecio.
Grandes olas se levantaron del oceano para abalanzarse sobre nosotros, cerré mis ojos con fuerzas solo esperando el impacto pero no paso nada. Abri mis ojos y ví al principe quien a lo mejor por impulso me estaba cubriendo con su cuerpo en un inútil intento de protección. A nuestro alrededor habían grandes paredes de agua no fue hasta ese momento que me dí cuenta que ¡Estabamos encerrados en una esfera enorme de agua!
-¡¿Que esta pasando?! ¡¿Que fue lo que hiciste niña?!
-¡No he hecho nada! ¡Todo comenzó cuando tocaste el diamante!
Él estaba a punto de decir algo cuando de pronto una luz brillo justo frente a nosotros, ambos la miramos con los ojos muy abiertos por la sorpresa.
-¡¿Quien eres?!
-Calma joven principe heredero de Lioss, mi intención no es lastimarte o lastimar a tu raza... Sin embargo...
La luz poco a poco comenzó a tomar la forma de un ser, era del tamaño de una persona promedio, su rostro era hermoso, tenía unas enormes alas como de mariposas y su voz era la mas dulce que había escuchado en mi vida pero lo que mas me llamó la atención es que sus ojos eran marrones claros, muy similares a los míos cuando veo de frente los rayos del sol.
-¿Po... Podemos saber quien eres?
-No... Aún es muy pronto pequeña. Pero puedo guiarte.
-¿Porque cuando el principe toco el diamante tú apareciste, pero cuando mis padres trataron de sustraerlo no sucedió nada?
-Pequeña, eso que llevas en tu cuello no es una joya común, es un sello...
-¡¿Un sello?! ¡¿De que?!
-Lo descubriras conforme al tiempo pequeña, por ahora lo mejor es que poco a poco aprendas a controlar tus emociones e impulsos... Cuando lo hagas uno de los 9 puntos alrededor de ese sello desaparecera. En cuanto a tu pregunta anterior... En el mundo no hay casualidades, si no "Destinos" Él y tú ya estaban destinados a conocerce, ambos estan destinados a unirse...
-¿Que... Que quieres decir con eso...?
-Joven principe, tú mejor que nadie sabe perfectamente bien que todos necesitamos de todos para sobrevivir...
-Lo sé.
-Bien, tú necesitas de ella para cumplir tu objetivo y tu querida necesitas de su fuerza para poder llegar a saber cual es tu verdadero origen.
-¿Mi origen...?
-Si pequeña, para lograrlo deberán atravesar los 4 reinos...
-Espera... Acabamos de salir del reino de la tierra por lo tanto solo nos hacen falta tres... ¿O no?
-Oh cariño, esos pequeños pueblos solo son la tercera parte del reino...
Mire al principe llena de confusión ya que los nobles siempre se han jactado de tener amplias tierras, ¡¿Como es que en realidad solo tengamos la tercera parte del reino?!
-Aurora... El sello comenzara a romperse conforme te hagas mas fuerte, y principe... Tu deber es mantenerla con vida hasta el final.
-¡¿Porque debo ser su guardaespalda?!
¡Vaya que la vida era ironica! Hasta hace un momento él seguía jactandose de ser el mas poderoso entre ambos, ahora una docella mariposa le estaba ordenando usar ese poder para protegerme...
-Porque ese es tu destino, naciste para protegerla.
-¡¿Como que para protegerme?! ¡Desde que lo conocí me viene amenazando de muerte!
-La ignorancia no es pecado, pero si un obstaculo y una perdida de tiempo cuando estas en la busqueda de algo...
Ella hiso una pausa, extendió sus brazos y tomo las manos de ambos.
Su temperatura era fria, era como tocar un bloque de hielo pero no quemaba como lo hubiera hecho un bloque de hielo común...
-Ustedes fueron unidos desde antes de su nacimiento para que volvieran a unir los reinos... Si fracasan, todo este mundo se derrumbará.
-¡¿Como es eso posible?! ¡¿No se supone que todos estan paz?!
-No... La codicia y la busqueda del poder puede despertar en el corazón en cualquier momento, todavía tienen tiempo de actuar, el mal aún no a despertado.
-¿Que es el mal? ¿Que lo esta ocasionando?
Todo era como un rompecabezas, ¡¿Yo estaba destinada a reunirme con el principe?! ¡¿Mi origen?! ¡¿Que tiene que ver él con mi origen?!
-El mal... La barrera se cerró... Estoy unido a una chica de origen desconocido.... Lisbana.
-¿Lisbana? ¿Quien es ella?
-Ella es... Quien gobierna el reino de la nieve...
-Asi es, no me queda mucho tiempo... Tendras que explicarle a Aurora quien es Lisbana y deberas ser honesto con ella al contarle la historia de los dioses...
En cuanto termino de decir eso las aguas comenzaron a abrirse y ella comenzó a desaparecer poco a poco en pequeños cristales relucientes que se iban volando con el viento.
-¡No... No te vayas... Espera...!
El principe comenzo a girar la balsa haciendome perder el equilibrio...
-¡Woooaaah...!
-¡Cuidado!
Antes de caer él pudo atraparme sosteniendo mi cintura.
-¡Gracias...!
-Descuida, solo toma asiento. Debo cambiar la dirección.
-¿Adonde vamos?
-Al reino del agua.
-¿Porque?
-De todos los reinos ellos son los mas amistosos con nosotros.
-¿Hacia donde ibamos antes?
-Al de la nieve.
-¡¿Que?! ¡¿Porque querías ir ahí?!
-Porque ellos son los mas sabios de los cuatro reinos, creí que podría obtener información utíl para poder volver a ingresar al palacio, pero dada las circunstancias creo que será mejor irnos por lo seguro.
-De... De acuerdo...
-¿Tienes miedo?
-Un poco...
-Tus ojos estan de color rosa.
-¡Ok, si tengo miedo! Es solo que... Me pone muy nerviosa el saber que nos tenemos que enfretar a algo que vagamente sabemos de quien se trata... No tenemos un plan, una ruta... ¡Ni siquiera sabemos como defendernos!
-Yo si.
-El detalle aquí principito es que según ella no puedes protegerte solo a ti mis...
-¿Que pasa?
-¿Tenías eso en tu dedo anular antes de venir?
-¿Eh?
El principe levanto su mano izquierda, ambos nos quedamos viendo un extraño tatuaje en su dedo anular, era como un hilo rojo pero estaba dibujado en su piel.
-Imposible...
Trató de borralo pero fue inutíl.
-¡Dame tu mano!
Extendí mi mano izquierda como él me lo estaba pidiendo, y efectivamente ahí había un tatuaje igual al de él.
-¡¿Desde cuando...?!
Comencé a ver mi mano reves y derecho tratando de encontrar algo de logica a ese tatuaje.
De pronto el principe se tiro hacia atras acostandose por complero en la balsa con una de sus manos tapandole sus ojos para evitar ver hacia el sol.
-Oye... No es por asustarte... Pero tal parece que hemos sido comprometidos por los dioses...
Sus voz era de rotundo pesar, yo en cambio aún no terminaba de entender lo que sucedía.
-¿Comprome....? ¡¿QUE?!