Reís se había quedado leyendo hasta muy tarde ya que el libro que había estado leyendo la había atrapado por completo y no podía dejar de leerlo pero se arrepintió de ello ya que le había prometido a Félix que le mostraría la ciudad y aunque el día venía empezado ella ya se sentía sumamente cansada, pero al ver a Félix tan contento por ir a la ciudad no pudo decirle que lo dejarán para otro día. Después de desayunar ellos se subieron en el carruaje y como Reís tenía mucho sueño al final se quedó dormida apoyada en el hombro de Félix. El tocó sus largos cabellos negros y le dijo. __ No te imaginas cuanto te extrañe durante todo este tiempo. Le dijo Félix en apenas un susurró para no despertarla. Cuándo llegaron a la ciudad Félix sacudió ligeramente a Reís para que despertara y le dijo.