Después de comer Amber, se despidió de Reís y subió a su carruaje y le pidió al cochero que la llevara al palacio, cuándo ella llegó se dirigió al despacho del príncipe donde solía pasar las tardes. Cuándo se encontró enfrente de la puerta se sintió un poco nerviosa y dudó en si entrar o no, uno de los guardias al verla de pie por un rato sin hacer nada le preguntó. __ ¿Señorita se encuentra bien? __ Si estoy bien. Amber tomó aire se armo de valor y tocó la puerta, el asistente del príncipe abrió y al ver a Amber la hizo pasar, ella sentía que las manos le sudaban y el corazón le martillaba en el pecho pero cuando no vio a Cailed por ningún lado se sintió un poco mas tranquila. __ ¿ Donde está el príncipe Cailed? __ El ha salido por un momento, pero no ha de tardar, por favor sié