Cailed retiró sus manos de la cintura de Amber, levantándolas en alto y le dijo. __ ¡Por favor no! Amber se rió divertida y le dijo. __ ¿Tanto miedo doy? __ Cuando quieres, ¡si! Amber volvió acercarse a él, puso una mano en su pecho y le respondió. __ Si sabes dónde colocar tus manos no te haré nada. Cailed aún tenía muy presente el dolor de su costilla rota así que pensó que lo mejor era no tentar a la suerte le dijo.__ ¿Quieres un té? __ ¿Qué ? __ Si, llamare a uno de los sirvientes para que lo traigan, le dijo él mientras se alejaba hacia la puerta. Amber lo alcanzó antes de que él abriera la puerta y le cogió la mano. __ Deseo estar un ratito más contigo a solas, si llamas a un sirviente tendré salir de aquí ya que si mis padres se enteran que estuve en tu habitación, no me la a