Capítulo: 2: El

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Camille Después de la visita de ese hombre tan raro me siento nerviosa, no se por que estaba tan intenso con la idea de ofrecerme trabajo, no voy a mentir el dinero que paga es muy bueno y me caería muy bien pero es muy mandón el señor y si cree que lo voy a llamar después de como me hablo ojalá que espere sentado, no me gusta cuando los hombres son mandones y odiosos. Yo trato a todos muy bien y no quiero que me nadie me trate mal .. no es justo. Al terminar mi turno de medio tiempo en la librería, me voy a casa rápido ya que hoy reemplazaré a mi compañera de cuarto Dana que está con mucha gripe. La idea de trabajar en el bar me da miedo, ahí solo se ven hombres extraños que toman alcohol y otras cosas pero Dana me dijo que me puedo quedarme con todas las propinas y eso es lo que motiva a ir más que me ayudará a guardar dinero para la universidad de arquitectura de Milán y ahí las becas son reducidas por que debo de ir. A las nueve en punto llego al Bar de Dana y pensé que sería peor pero se ve muy elegante. Cuando entro el administrador me indica que debo hacer, estar en la barra entregando lo que me piden o recoger botellas de las mesas del VIP cosa que se ve fácil. Cuando llego al baño las chicas que trabajan ahí me dan mi uniforme y creo que mi cara lo dice todo es demasiado revelador yo no soy una santa pero con esto se me verá todo! Ya no se en que me metí. El vestido es n***o y se nota todo, todo todo ni cubre mi trasero pero por que se visten así ??? En medio de la frustración me acomodo el cabello del frente con una prensas pequeñas a cada lado y el resto lo dejo suelto. Cuando salgo del baño me coloco en la parte VIP para recoger las botellas que vayan quedando libres. Puedo notar con el pasar de las horas que las personas son muy elegantes y ya me han dado cuatrocientos euros en propinas esto es increíble!! Mejor de lo que pensé! Aunque los hombres me ven mal creo que lo vale por una noche. Por un momento el administrador me pide que me quede en la barra por lo que ayudo al bartender con lo que me pide, pero después me envía con unas bebidas a una sala privada que ni sabía que existía. Despacio y con buen pie camino hasta la sala y cuando entro hay mujeres bailando muy sexis y hombres conversando. Llego despacio a la mesa de los hombres de n***o y entregó las bebidas con mucho cuidado, cuando voy a salir del lugar un hombre me toma de la cintura y me da la vuelta pero en ese segundo quedo congelada del miedo, es el hombre de la librería. - Me recuerdas? Me dice el hombre mientras me sostiene - Si, usted es el hombre que llego a la liberaría hoy respondo casi sin voz - No sabía que trabajabas aquí? me dice muy cerca en voz alta - Yo no trabajo aquí, hoy le hice un favor a mi compañera de cuarto que está enferma, le digo muy nerviosa - Pues suerte para mi, has pensado en mi proposición ? - Disculpe ? Pregunto perdida - Has pensando en venir a trabajar para mi?, dice el hombre - Señor, no creo que sea posible yo trabajo en la librería, le respondo y me suelto de su agarre, - Piénsalo, tendrás un puesto fijo y un buen salario así no tendrás que venir aquí dice muy cerca de mi de nuevo - Lo pensaré! le digo seria y salgo de ahí como un conejo asustado. Con el pasar de la noche el Señor a pedido que yo atienda su mesa, por lo que tengo que estar con ellos todo el tiempo y sus ojos en mi me ponen nerviosa, siendo como me mira a cada segundo y nos puedo parar de mover mis manos de lo incómoda que me siento y con esta ropa me da mas vergüenza. Sus amigos disfrutan de la mujeres en el privado pero el solamente toma alcohol y conversa con ellos. Cuando veo mi mano es finalmente hora de irme que alegría por lo que no dudo en despedirme, - Disculpen les gustaría tomar algo más de tomar ? Mi turno ya termino y alguien más vendrá a estar ustedes les digo a todos en la mesa antes de salir de ahí Al ver que nadie necesita nada, salgo de ahí y me despido del administrador que me ofreció trabajo fijo pero en mi vida vuelvo a este lugar. Lo prometo que nunca vuelvo, después de cambiarme a mi ropa y volverme a sentirme en paz salgo del bar y espero un taxi en el estacionamiento sintiéndome feliz por la cantidad de propinas que recibí solo deseo llegar a casa para poder contarlas. Mientras espero junto el señor de seguridad un auto se estaciona y veo al señor de la librería salir de el, - Vamos yo te llevo , me dice el saliendo de su auto - No, gracias ya el taxi está por llegar, le respondo en silencio - Súbete, yo te llevo y si no te subes te subo yo, dice el señor mandón por lo que hago lo que pide y subo en silencio - Dime donde vives para ponerlo en el GPS, me dice mirándome mientras me abrocho el cinturón. Después de darle mi dirección todo va en silencio hasta que me pregunta como me llamo, - Me llamó Camille y tú ? pregunto para hacer conversación - Me llamó Dante, no viste mi tarjeta ?? me pregunta muy serio viendo a los ojos - La verdad la guarde y no la vi .. - No me ibas a llamar? Me pregunta el con cara de pocos amigos - La verdad no, digo con honestidad - Por que ?? Pregunta algo molesto lo noto en su tono de voz - Por que no lo conozco y prefiero mantener la distancia, digo mientras miro por la ventana - Escucha yo necesito a alguien que arregle mi archivero y tu un trabajo mejor que ese donde te hacen vestirte casi desnuda y los hombres solo desean abrirte las piernas, así que no lo pienses mas y ven a mi oficina mañana en la tarjeta esta la dirección dice y se estaciona en mi casa mirándome de nuevo con esa cara de pocos amigos que tiene Cuando decido contestar el me habla de nuevo, - Hasta mañana Camille, dice el señor mandón, Salgo del auto rápido y entro a mi apartamento en silencio, estoy cansada y irritada por ese mandón.
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