Alan Al salir de la habitación en la que se encuentra Priscila pude expulsar el aire que tenía retenido, debía dirigirme a la comisaría para conversar con el investigador encargado del caso, no dejaría que la o las personas que nos quieren hacer daño se queden tranquilos o lo vuelvan a intentar. Volví a el club pues es la hora en la que la joven entraba a trabajar y así la podría interceptar y sacar la información que necesitaba, estaba casi seguro que esto era obra de la loca de Tamara, pero tenía que tener todas las cartas a mi favor para volver a tener una seria conversación con el papá de ella. La chica intento salir lo más rápido que podía al verme allí en su espera, pero mis hombres fueron más rápidos y se lo impidieron. -Srta. ¿Usted sabe la razón por la que estoy aquí? -Señor