Melisa

El pitido del despertador sonaba tan fuerte que me hizo saltar de la cama, miré a mi alrededor. Estaba en mi habitación, la ropa interior de Lenny en el piso, y su teléfono en la mesita de noche, me hicieron recordar que la noche anterior tuvimos sexo. "Estúpida!" Lenny era el amigo con el cual disfrutaba sexo casual, no me permitiría enamorarme de nadie y menos de él, no era mi tipo de hombre, ni siquiera me calentaba tanto. Me levanté de la cama y comencé a recoger la ropa, los vasos y las botellas de cerveza mientras escuchaba el sonido de agua caer en el baño. Era el momento dónde mi acompañante se debía ir, abrí las ventanas y coloqué música. Tomé el periódico que todas las mañanas aparecía en mi puerta. "Próximas elecciones, muestran felicidad para nuestro gobernador y candidato a la presidencia Dominic Watson" La hipocresía que leía a diario, las personas amaban a Dominic como si fuese un Dios, pero la verdad era que detrás de esa oveja había un lobo feroz capaz de todo. Lo conocía a la perfección, era "mi" no adorado padre. Se había casado años atrás con Liana una modelo unos veinte años más joven, era una arpía y sé que estaba involucrada con todas las cosas del pasado. En esta familia también estaba Jenna la hijastra de mi padre y por su puesto mi hermanastra. Y por último Lionel mi tío, la mano derecha del gobernador. Era el único que siempre me trató con respeto. Dejé el periódico en la mesa, tomé una taza de café y busqué mi teléfono, al mismo tiempo. Vi salir a Lenny de la habilitación, al verme su cara cambió. Sonrió y caminó hasta mí, me sujeto por la cintura y trató de besarme. - vamos Mel - dijo sin soltarme - me gustaría besarte después de tener sexo, dormir contigo y abrazarte. - está conversación la hemos tenido antes. Aquí no hay amor, eso no existe - quité sus manos de mi cintura - debes irte, llegarás tarde a tu trabajo. - tienes derecho a que te quieran. Sin decir nada continúe recogiendo algunas cosas de la cocina, escuché la puerta abrirse y cerrarse. Lenny era un buen chico. Su cabello n***o y los ojos marrones, trabajador. Pero no me iba a enamorar. Solo éramos amigos... Un rato después y una ducha. Estaba cómoda viendo el maratón de los Simpson cuando el timbre de la puerta sonó. Me levanté del mueble y sin mirar abrí, por desgracia me conseguí a Teddy el guardaespaldas de Dominic. - hola Melisa - dijo entrando sin ser invitado. - pensé que era el delivery, no el que recoge basura - estás visitas solo se volvían frecuente en época de elecciones. - ¿Has visto las noticias? - lo miré sin dar respuestas - no queremos verte en problemas y si es posible no salgas de aquí. - ¿Crees que a las personas les importe que hace la hija del candidato? - todas las miradas están en ti. También te informo que no puedes faltar a la misa conmemorativa por la muerte de Amy y Troy - mi cara cambió en segundos. - no asistiré a ese circo. - Mel, lo harás por el bien de tu amiguito, el que salió hace unas horas de aquí. - odiaba cada cosa que tenía que ver con mi familia. - dile a Dominic que lo odio - sonreí y le hice señal para que se fuese. Sin decir más, se fue y yo lance mi puerta, odiaba todo lo que tuviese relacionado con la familia Watson, con esta familia que tenía la desgracia de pertenecer. Solo quería vivir en paz, no dependía de ellos y aun así me jodían. Tomé aire y salí, entré a mi habitación, Dominic era una persona tan capaz que no dudaría en su amenaza. Busqué entre mis cosas un vestido n***o acorde, era corto con un escote en la parte delantera. Recogí mi cabello y pinté un poco mi cara. Iremos al circo. Estaba estacionando mi auto en frente de la mansión, muchas personas y tantos medios de comunicación " un circo con clase" al bajar varios periodistas tomaron algunas fotos. Con mi cara de pocos amigos entré. Nada había cambiado, todo seguía en el mismo lugar, los recuerdos llegaron a mí como si fuese una película, sacudí mi cabeza y continúe, Dominic hablaba en una pequeña rueda de prensa junto a Liana quien vestía un conjunto blanco de lino con unas perlas en su cuello, siempre trataba de imitar a mamá. - y es así, cómo mi familia y yo damos inicio a la fundación "Niños por la Vida" en nombre de mi hijo Troy quien está en el cielo. Quería morirme en ese momento ¿Cómo podía jugar con la memoria de Troy? ¿Cómo sentía placer en lavar su dinero con eso? continuó hablando como idiota, mientras que yo solo tomé una copa de la mesa y caminé hasta la entrada de la casa donde seguían varios periodistas. Sin decir más continué caminando hasta quedar en la parte trasera donde estaban los columpios viejos. Me traían lindos recuerdos de mi infancia antes que todo se volviera un infierno. Años atrás... Las risas no faltaban en este momento, mamá estaba en la cocina supervisando la comida de fin de año. Era lo que más le gustaba hacer, nos sonreía desde la ventana. Troy y yo nos columpiábamos, haciendo chistes y riendo a carcajadas, nuestro padre no llegaría hasta la noche. - a Mel le gusta Jhon - gritaba mi hermano, Jhon era uno de los chicos nuevo del colegio. - ¡Cállate! - lo golpee en el brazo - cállate Troy. - te gusta mucho - reí mientras me lanzaba besos. Sus ojos eran los más bonitos de todo, era tan único. - chicos, vamos a cambiarse - oímos a mamá decir. - vamos Troy - mi hermano me miró y sonrió. - el que llegue de último es un huevo podrido - gritó mientras corría por todo el patio. Subimos las escaleras corriendo y riendo, era nuestra vida normal. Aunque desde que papá había entrado a la política todo cambio. Nunca llegaba a casa, siempre estaba ocupado y su humor cambio de tal manera que, aunque mamá no quisiera admitirlo sabíamos que la golpeaba. Nuestra madre era tan perfecta, siempre nos mostraba un lugar feliz, nos hablaba de la familia y lo unidos que debíamos estar. Era realmente bella, sus ojos marrones resaltaban con sus largas pestañas y su cabello corto le dejaba ver el cuello largo que tenía, su piel blanca era tan suave. Ya estábamos vestidos, está noche pediríamos un deseo familiar, la mesa como siempre estaba tan linda y las luces que adornaban el árbol brillaban con mil colores, mamá sonreía y sentados en la mesa esperábamos a papá. Se hicieron las doces, las dos y las tres de la mañana y no llegaba. Mi madre nos miraba con pena, nos dio un beso de consuelo y nos subió a nuestra habitación. Llovía a cántaros y los truenos me asustaban, me pase en silencio al cuarto de Troy, siempre pasaba en los días de tormenta. - Troy - dije en susurró - Troy ¿Estás dormido? - ¿Hasta en mis pesadillas me molestas? - respondió desde la cama - ven - dijo levantando su sábana para mí. - gracias - dije acurrucándome a su lado. - ujum - respondió con voz soñolienta. - Troy ¿Crees que papá vendrá? - no, no lo hará. Y te voy a pedir que nunca estés cerca de papá ebrio. No quiero que te metas nunca en una pelea de ellos Mel - me miró a los ojos - júrame que te vas a cuidar. - sí, lo haré - sabía que su miedo era real. - debes aprovechar e irte al internado. - otra vez el tema. No me iré Troy. Tu no aceptaste irte. - mel, mientras más lejos estés de aquí, será mejor. Confía en mí - el sonido de unos gritos nos puso en alerta, ambos nos miramos la cara - no hagas ruido - susurro Troy. Indiscutiblemente era papá y mamá quienes gritaban, ambos nos sentamos, nos acercamos a la puerta y la entre abrimos. - ¡Cállate! - gritaba papá - no me importa tu miserable mesa, ni lo que tú pienses - las respuestas de mamá no se escuchaban - aquí mando yo, siempre mandaré - un golpe en seco se escuchó y Troy sujeto mi mano - tu siempre harás lo que yo diga, siempre. Tu eres nada, no necesito tu opinión - cayó un florero - eres un estorbo y te juro que te voy a quitar del medio - un silencio y luego el sonido de las llaves - me iré, y cuando regrese no quiero oírte decir nada. Estúpida, no sé por qué aún sigo contigo. Después de salir de estas elecciones me librare de ti como si fueses una bolsa de basura. Esperamos un rato después de escuchar la puerta cerrarse, estaba nerviosa cuando Troy abrió la puerta por completo. Mama lloraba mientras recogía el vidrio del piso. Al vernos quiso disimular, pero tanto mi hermano como yo, recogimos con ellas las flores y las fotos que estaban tirados, en la cara de nuestra madre se veía una marca roja. Disimuló y se giró. Troy era el mayor, siempre estaba junto a mamá y se guardaban secretos. - vayan a dormir chicos - dijo mamá. - ¿Segura estás bien? - preguntó Troy. - sí, no quiero que su padre los vea aquí, descansen. - nos besó a cada uno. Troy y yo volvimos a nuestra habitación. - ¿Hasta cuándo mamá aguantará? - pregunté - no lo sé, ella tiene que reaccionar. Solo quiero que ella esté bien, por eso no me he ido, debo cuidarlas - me abrazó. - ven a la cama Mel, mañana debes presentar el examen de admisión. - sí, tú tienes práctica temprano. Tiempo actual... - Melisa - escuché decir a Teddy - la misa empezará - me sacó de mis pensamientos, de mi recuerdo. - ¿Por qué diablos debo estar? - este caminó hasta mí. - hazlo, no quiero obligarte. - son unos imbéciles - me miró de mala manera - tengo órdenes te mostraré que tan idiota puedo ser, así que párate y camina a la capilla - odio a todas estas personas, quería irme, pero las veces que lo intente no me fue tan bien. Me levanté lanzando mi copa en sus manos, sabía que moría por golpearme, sonreí y seguí caminando. Todos alababan a Dominic, no conocían su realidad, no tenían ni idea de lo que era capaz. Entre en silencio y la chica de protocolo me llevó hasta la fila familiar. Quedé justo al lado de mi padre, me miró sonriendo como si fuese una victoria para él. El reverendo comenzó a dar la palabra, preferí subirme en mis pensamientos. Años atrás ... Los gritos que se escuchaban en casa, estaba aterrada. Papá no dejaba de gritarle a mi madre, caminé hasta donde se escuchaban los gritos, Dominic lanzó un golpe a mamá dejándola tirada en el piso, corrí hasta ella para auxiliarla, sentía irá y mucho miedo. Troy no estaba en casa por varios días. - ¿Qué mierda crees que haces? - pregunto papá. - déjala Dominic - agregó mamá tratando de levantarse - es una niña y no sabe nada - trataba de levantar a mamá, pero no podía, veía como mi padre se acercaba a mí. - no debes meterte en asuntos que no te importan Melisa - me sujeto de la mano y dio un golpe fuerte en la cara. - ¡No! Maldito seas Dominic - me levanté del piso como pude. - son un estorbo para mi vida. Lo vimos irse, no reconocía a la persona que se hacía pasar como mi padre, no era el hombre familiar que recordaba. El poder y el dinero lo habían cambiado. Mama no dejaba de llorar, fuimos a la habitación para usar el botiquín de primeros auxilios. - no debiste interponerse Melisa - dijo mamá - tu padre pierde el control y no quiero que te lastime. - no sé porque soportas todo esto. - no lo entenderías hija, solo quiero que Troy y tú se vayan, pero será difícil y hasta que no consiga la manera de hacerlo, no puedo dejarlo. Tiempo actual... - Dios los bendiga a todos - finalizó el reverendo. Vi a todos irse poco a poco, no sin antes abrazar a mi padre y a su esposa. Era el político más falso que conocía. Fingí una sonrisa para todos aquellos que se acercaban a mí. Dominic nos hizo volver a casa, quería el fin de esta estúpida reunión. - Melisa - dijo mirándome - estos últimos meses son de extremo caos, las elecciones y mi futuro está en esos días. No me interesa que tengas o que tenga que hacer yo para mantenerte fuera de problemas, y sin que dañes nada como siempre. No te conviertas en un estorbo. - no me interesa tu estúpida campaña, déjame fuera de este circo. - no pasará, así que mantente tranquila. Teddy estará muy pendiente de tus pasos. Pero como sé que te escaparas. Tendrás una vigilancia las veinticuatro horas al día los siete días de la semana. - Dominic, no soy una niña. No iré a ningún lado. Aunque - dije mirándolo a los ojos - deberías dejarme ir, otro país otro lugar. - eso no pasara, todos estos años he sido el más ejemplar y con la muerte de tu madre y tu hermano la audiencia cada vez es más grande - ambos sabíamos que nos odiamos - Teddy, trae a Swan. Vi a Teddy salir y la habitación quedarse en silencio, no duró mucho cuando el guardaespaldas de Dominic volvió con un hombre de unos treinta y tantos años, alto muy alto de piel morena clara y sus ojos verdes. Llevaba traje y su cara era de muy mala leche. - él es Tyler Swan y será tu sombra - agrego mi padre. - no viviré con él y menos lo tendré pegado a mis faldas. - lo tendrás, por ahora vivirá en el piso del frente de tu departamento, si algo pasa o no te comportas se mudará sin darte aviso. Tiene acceso a tu casa en todas las formas y Melisa no quieras dártela de lista. - eres un maldito Dominic. Sin decir más, salí de allí como alma que lleva el diablo, volví a mi departamento, odio todo lo que tuviese que ver con los Watson. Solo quería vivir en paz, no me importaba su dinero o lo que ellos tuviesen. Solo quería poder irme a otro país y empezar de cero. Pero no sería así, no mientras Dominic estuviese en el gobierno. Así que si yo no podía ser feliz él tampoco lo sería en su candidatura y su adorado guardaespaldas no me detendría. Esta mañana desperté sobre saltada, me levanté de la cama con toda la pereza del mundo. Hoy me tocaba trabajar y no tenía ánimo. Prepararé el café y tome una galleta salada, lo único bueno de mi trabajo era el que la fundación de mi madre no quedaba en el olvido. Un baño de agua tibia y mi café caliente me ayudaron con la mañana, me coloqué un pantalón n***o ancho y una camiseta blanca, recogí mi largo cabello n***o y salí de casa. Justo cuando iba a subir a mi auto vi a Swan ¡Mierda! Era muy apuesto. - ¡No puedes irte sin mí! - dijo de manera cortante. - no me importa, ahora quítate de mi camino - abrí la puerta del auto. - no debe importante, órdenes son órdenes - se giró para subir al otro auto. Tomé aire y subí al deportivo, no quería llegar molesta a la fundación, así que coloqué música, al llegar había un montón de periodistas en la entrada, no quería lidiar con esto tan temprano, así que entré por la puerta trasera. En la oficina estaba la esposa de Dominic y terminó de dañar mi día. - ¿Qué haces aquí Liana? - pregunté. - queremos hacer la obra de beneficencia junto a la fundación de tu padre - mi mala cara era muy notable - así que organiza todo para que sean el mismo día en el mismo lugar. - eso nunca pasara ¡Nunca! - desde luego que si - sonreí - no querrás molestar a tu padre. - ¿O qué? - pregunté de manera desafiante - ¿Me pegará como a ti? ¿Me quitará mi mesada? - no juegues con mi paciencia Melisa. - ya lárgate Liana, está fundación no lavará dinero para él. Es lo único que no está en su poder. - tu padre debería eliminarte, así como hizo con el estorbo de tu madre - al escuchar eso mi sangre hirvió y me acerqué a ella como una fiera para darle una bofetada. - nunca en tu vida serás como mi madre, lo entiendes. Aún después de su muerte. Debes rendirle tributo, así que sal ahora mismo . - tu padre te matara Melisa, eres un estorbo como ella y Troy, el drogadicto de tu hermano - ahora sí pasó los límites, cuando iba a lanzar el golpe mi guardaespaldas me sostuvo. - tú suéltame - grité. - no hagas espectáculos, la prensa está aquí - dijo en susurro. - sí, sujeta a esa loca - agregó Liana dándose la vuelta para irse. - Liana ¿Qué se siente ser la puta sustituta? - grité con una sonrisa. No conseguí respuesta de su parte y se fue. - en tu vida hagas eso - dije al guardaespaldas - las personas que habían llegado a la oficina hicieron caso omiso de lo que acababa de pasar. - te evité un problema, ella entró con un periodista pudo tomar foto de lo que pasaba. Mi trabajo es no dejar que hagas escándalos o te metas en problemas y también salvarte la vida. - ¡Suéltame! - sus ojos se cruzaron con los mío. De mala manera nos miramos y me soltó - ¿Estás debajo de mis faldas siempre? - sí, estoy aquí para cumplir mi trabajo, no me importa si debo estar en tus faldas ¿Lo entiendes? - no, no lo entiendo - levanté una de las cejas - ¿Eres guardaespaldas certificado o solo eres uno de pacotilla? - su mirada fue aún más de mala leche - ¿Si podrás defenderme? - era UKSF- hizo énfasis al decirlo - estuve en los comandos especiales, trabaje para el SIS ¿Si sabes lo que es? - lo mire confundida -M16. Practique todas las artes marciales, hablo ocho idiomas, deportista destacado - me miró con una sonrisa irónica - experto en explosivos y armas ¿Algo más que quieras saber? - si eres tan bueno ¿Qué carajo haces trabajando para Dominic? - no es asunto tuyo. Se sentó en las sillas de espera y sacó su teléfono ¿Lo tendré en mi oficina? Me senté frente a la computadora y tratando de olvidarme de esa presencia me concentres en mi trabajo... Unas horas después, mi teléfono sonó era Lenny. - Ey - dije para Swan, este no me miró - perro faldero - continuaba sin mirarme - sombra, nenita - continuaba viendo su teléfono - Swan - levantó la mirada - salte, atenderé una llamada - sonrió y se acomodó en la silla. - eso no pasará, puede atender su llamada. No hay problema. - ¡Largo! - se quedó sin prestarme atención y ya sabría que no se movería - bueno - dije respondiendo la llamada. - hola preciosa - respondió Lenny - ¿Quieres almorzar hoy? - si claro - no dejaba de mirar a Swan, quizás si hablaba cosas que lo intimidara se iría - me encantaría. Creo que quiero repetir lo de la otra noche - una risita escuché de Lenny y mi guardaespaldas ni se movía - no pude disfrutar lo que hacías con tu boca en mi v****a - este plan no estaba resultando, Tyler no se movía salvó cuando respiraba. - ¡Vaya! Creo que te iré a buscar en poco tiempo ¿Dónde estás? - en la oficina, puedes pasar por mí en una hora. - desde luego, nos vemos. La llamada finalizó y como si estuviese sola en la oficina, todo quedó en silencio. Continúe mi trabajo hasta que Jessi mi recepcionista llamó para anunciar la llegada de Lenny. Al entrar llevaba unas flores en las manos, siempre era tan detallista. - hola guapa - dijo al entrar. - hola - me levanté de mi silla y lo abracé - que lindas flores. - son tuyas - me las entregó y con una cara de mala leche miré a Tyler. - mételas en agua - le dije a Swan - ambos me miraron. - ¿Quién es ? - pregunto Lenny. - no lo sé con exactitud. No sé si es mi guardaespaldas, mi asistente o el perro faldero - los ojos verdes de Tyler brillaban - pon las flores en agua y espera como bien cachorro aquí mientras almuerzo . - no pondré tus flores en agua Melisa - respondió este levantándose de la silla - no soy tu perro ni tu asistente. Ve almorzar dónde quieras de igual forma te seguiré. Así que adelante - hizo una seña con su mano. - Mel vámonos, no sé qué clase de guardaespaldas te enviaron, ni sé por qué lo tienes. Pero es un igualado - Lenny era ignorado por Swan. Así que salimos de allí sin tomar en cuenta a nuestro acompañante