Marcela se había encerrado en su oficina lo cual fastidiaba a Ellis, el joven poco después de terminar de arreglar los regueros que dejó el asado que habían organizado en el jardín de su casa y decidió apartar un surtido para su novia en el microondas. Ellis se dio una ducha para sacarse el olor a carne y humo, unos minutos más tarde decidió ir a dormir con la puerta abierta, por si su novia decidía abrir la suya para volver a estar con él. Incluso con su puerta cerrada puesto que le escuchaba golpear fuertemente las teclas del computador. Marcela no había parado de mover los dedos desde que ingresó a la oficina, escuchó los pasos de Ellis cuando subió y estuvo merodeando en la puerta, luego cuando se bañó y esperaba que el silencio significara que estaba dormido y se había dado por venc
Download by scanning the QR code to get countless free stories and daily updated books