Cuando la mujer llegó a su casa acomodó cada una de las cosa, luego comenzó a cocinar, acompañada de la música, preparó un salteado con medallones de lomito al horno, últimamente se le facilitaba la tarea de comer carne incluso la saboreaba con extremo placer. — Hola. — Hola — Respondió y se volteó para besarle. Ellis esbozó una sonrisa y dejó que su novia le dejará pequeños besos sobre los labios. — ¿Lo ves? Soy una novia genial. — No hay duda — Dijo y le devolvió el beso, se enredaron en un apasionado y romántico beso hasta que el olor a verduras quemadas inundó las fosas nasales de la chica. — ¿Qué haremos hoy? Marcela se encogió de hombros y pensó que hacía casi dos meses de la última relación s****l que habían compartido, claro tenía menos panza y se veía aún deseable. — ¿No ti