Capítulo 6
Me quedé aquí una vez, el día en que anunciaron que mi padre era un mártir. Las cámaras nos filmaban, tres niños huérfanos y la viuda del Guardián, diciendonos que él había entregado el control de los misiles balísticos intercontinentales a los Ghuraba.
Un guardia me pincha en la espalda con su ametralladora.
—Quítate el hijab. El Abu al-Ghuraba quiere que la gente vea tu rostro.
Desato mi velo y me vuelvo hacia Nasirah.
—No tengas miedo. Adnan nos protegerá.
Es una pena que su primera salida al mundo desde que tenía dos años fuera aquí. Miro fijamente al extraño que agarra su brazo como si fuera una serpiente atrapando un ratón en sus colmillos. Seguro que se parece a mi hermano. Alto y descarado, la viva imagen de nuestro padre. Él mira fijamente a las cámaras mientras p
