Iván se entretuvo ajustando el asiento a su altura, la posición del volante y revisando todos los sensores y palancas. Casi siempre que viajaban, lo hacían en el auto de él, pero este era el primer viaje que realizaban después del divorcio, así que era fácil deducir que el viaje lo harían en el auto de ella y Diana solo podía pensar en todo lo que tendría que hacer para ajustar todo de nuevo a sus medidas, porque, obviamente las piernas de Iván eran mucho más largas que las suyas. Unos kilómetros después y ya conduciendo sobre la carretera federal, le pidió que le contara como había sido el encuentro con Jonathan. —¿Y cómo lo notaste? —Diana no entendió la pregunta, o estaba distraída o aún se sentía algo incomoda por el encuentro con Kat, el cual había salido mucho mejor de lo que había