La indignación relucía en los ojos de John, era como si su esposa no terminara nunca de sorprenderlo. —No es un chantaje, John, porque… no soy yo quien quiere divorciarse. Tú tienes pruebas de mi infidelidad, pero también es verdad que la tuya es más tangible y eso no te dejara bien parado ante el tribunal familiar. Si Diana se fue llevándose a tu hijo, eso quiere decir que no está muy dispuesta a permitir que lo veas y si esto llega a los tribunales, ¿qué tanto crees que te afecte estar metido en dos juicios diferentes, al mismo tiempo, por la custodia de tus dos hijos? —Por ahora, lo único que has ganado es tiempo, Deni. ¿Dónde está Johnny? —En su habitación, esperándote. Le afecto mucho saber que, su “mejor amigo” no regresara a la escuela hasta después de año nuevo. —Eres un monstr