Y como no hay fecha que no se cumpla, el día señalado para viajar a México, llego por fin. Sería un vuelo de aproximadamente 12 horas. Para Denisse sería un vuelo demasiado corto y para John sería un vuelo eterno. Denisse no quería llegar nunca y Jonathan estaba demasiado impaciente por llegar y en cuanto a Johnny, él solo pedía encontrar buenos amigos y esperaba que le gustara la nueva casa para no extrañar la antigua y en realidad, el tiempo para él era relativo, el vuelo le resultaría corto o largo dependiendo de cuanto se aburriera. Su padre estuvo hablando con él un buen rato, tratando de entretenerlo para que el vuelo no le resultara tedioso, pero John tenía la impresión de que era más bien por sí mismo.
Arribaron a las nueve de la noche y después de una horas por fin lograron salir
