-¿Qué te pasó, te atropelló un camión?- dijo la señorita Deva al llegar a su oficina. Aclaré mi garganta y sacudí mi traje ante su pregunta. A decir verdad, no había dormido ni un solo minuto, el “encargo” de la noche anterior se había extendido más de lo normal, pero todo había salido bien, para satisfacción de todos. Aunque mi cara era peor que la de un zombie estaba contento, porque había sido mi última “misión” y por qué había logrado que Malek Al Saud hablará con el señor Tanaka para beneficio de Luxury Inc. Ahora tan sólo debíamos esperar por la llamada del empresario japonés. A pesar de la burla de la señorita Deva, sonreí satisfecho. -Tuve una mala noche- dije con gracia. Ella me inspeccionó de arriba abajo con su mirada. -Espero que no sean líos de falda- dijo pasando por m