Casados por Error

—Déjame en paz de una puta vez! —No voy a dejarte, ere MÍO. —No soy tuyo! —Claro que lo eres. —Que es lo que quieres?! —A ti. —Ya me tuviste y me perdiste, ahora vete de aquí! —No voy a irme. —Este es mi lugar ahora vuelve por donde viniste! —No voy a irme eres mi esposo, debemos estar juntos hasta que la muerte nos separe y yo todavía estoy vivo, no pienso morir antes de volver a tenerte. —Entonces tendrás que morir antes por qué no voy a volver a ser tuyo, quizás no nos podamos separar pero en cuanto tenga pies no hoy a estar un segundo cerca de ti— camine hasta la puerta. —No vas a salir de aquí— dijo agarrándome por la espalda y apretándome a su pecho—Vamos a hablar como personas civilizadas— dijo en mi oído antes de darme vuelta y besarme desesperadamente. Cuando terminó me separé de él y le pegué una cachetada. —No me beses, no cuando la besaste a ella en frente de mí— digo y de mis ojos salen solitarias lágrimas ante el recuerdo—Te lo dije aquella noche, yo solo quería a alguien de verdad no alguien que me probará y después me abandonara. —No te eh abandonado, estoy aquí para explicarte lo que sucedió, recuperar tu amor y volver a nuestra casa. —No debes explicarme nada, después de todo solo estamos casados por un error— digo caminando hacia mí habitación. —Pero yo te amo a tí, solo quiero estar contigo, pienso en ti todos los segundos de mi vida, no puedo solo dejarte ir, no voy a hacerlo, tu eres mío como yo soy tuyo. —Deja de decir estas cosas, solo haces que me sienta más mal— digo abriendo la puerta de mi habitación, me arrojó a la cama mientras que más lágrimas caen por mis mejillas. Siento un peso detrás de mí, el me abraza por detrás, pone su cabeza en el hueco de mi cuello y hombro. —Te amo. Te amo. Te amo. Te amo tanto, daría mi vida por ti cariño, no me hagas esto, déjame explicarte— dice besando mi cuello, llega hasta mi mandíbula y corro un poco mi cabeza para sentir sus labios con los míos los que extrañe todo este tiempo, los que amo besar y los que son solo míos, los que nadie más puede besar. Y lo recuerdo. —¿Por qué? ¿Por qué?— digo entre sollozos mientras golpeó su pecho. —Tranquilo, pequeño— dice sentándose a horcajadas en mi y poniendo su cabeza en mi pecho— lo siento, lo siento tanto, ella, ella me besó, juro que la separé en cuanto tuve la oportunidad pero fue muy tarde tu ya te habías ido, juro que solo te amo a ti, ella no es nada, lo hizo a propósito para separarnos pero nuestro amor es más grande— dice mientras inevitablemente salen lágrimas de sus ojos. —Perdóname, por favor. Lo abrazo y rodamos en la cama, me siento a horcajadas sobre él, lo beso con ferocidad, me separó de él para juntar nuestras frentes y mirar sus hermosos y sinceros ojos color miel. —Nunca más, nunca más besaras alguien que no sea yo, soy el único que puede besarte y tocarte, eres mío, oíste, nunca más dejaré que alguna perra te vea— digo apuntándolo, mientras lo veo fijamente. —Nunca más, solo tu puedes besarme y tocarme— dice levantando sus caderas para que lo sienta—soy solo tuyo— dice sonriendo, me besa— Te amo y me encanta cuando te pones así. —Podríamos cambiar los roles algunas veces, me gustaría probar estar arriba— digo moviendo las cejas. —Tal vez lo podríamos probar, pero más adelante, por ahora me encanta ser yo él que te la meta— dice mientras me deja abajo otra vez. —No hables tan sucio. —Pero si te encanta— dice simulando embestirme. —Te extrañe mucho— digo mientras pongo mi cabeza entre su cuello y hombro, froto mi nariz en su cuello. —Yo también, no podía dormir sin ti a mi lado, extrañaba tu piel, tus besos, tu olor y esas caricias que me haces justo ahora— dice besando mi cuello. Alina~