Xandría se lamía los labios, estaba devorando una taza de fresas con chocolate tibio que pidió mientras disfrutaba de la vista al aire libre en las sillas que dejaban ver a un grupo de inferiores en la piscina. Algunas estaban en traje de baño, oscuro por supuesto, y otras en topples, ella devoró una fresa mirando los pechos rebotantes de una de ellas al saltar al agua. -Bienvenida, Señora Xandría, es un gusto al fin conocerla- ella miró a quien le hablaba, extrañada, una chica que le resultaba particularmente familiar. Rubia, de ojos azules y llamativos, era una Ama por su atuendo pero no recordaba quien era. Se veía demasiado joven, quizás una recién graduada. -¿Cuál es tu nombre?- preguntó y la Ama que vestía cortos shorts negros y un top que mostraba su abdomen en el que colgaba un