-Muy bien, okey- Eilé peinaba su cabello con las manos y Micaela frunció el ceño, el nerviosismo no era algo típico de la actitud de su madre. Las demás Amas se sentían angustiadas y recluidas en la oficina de la Presidenta. -Por favor, di algo- murmuró su hija y Eilé la miró fugazmente antes de dirigirse al resto. -De las ciento veinte sumisas, treinta y dos están embarazadas. -Wow, eso es mucho- admitió Lili y Xandría pensaba igual. Un intenso murmullo reinó en la oficina. -Señoras- al oír a Eilé todas guardaron silencio- Aún no termino- avisó y volvió a leer- De las treinta y dos mujeres embarazadas, once tienen más de doce semanas de embarazo. -Ese es un tercio del total, prácticamente- señaló Nailuz y Eilé le lanzó una mirada. -De las veintiún restantes, ocho desean practicarse