Ella o yo

1317 Words
Paola tenía unos días en casa y en efecto se comportaba como la dueña y señora yo no era nadie. Un día decidí enfrentar a Fernando era ella o yo, fui a su despacho entre sin avisar el al verme frunció el ceño molesto por mi atrevimiento y me miró molesto su mirada me daba miedo pero eso no me detuvo -Fernando, tenemos que hablar -Isabella, no ves que estoy ocupado? -No tomará mucho tiempo -Esta bien dime, que se rápido -Tengo que hablar sobre Paola, ella no puede estar aquí, yo soy tu esposa- el se rio a carcajadas pero continue- tienes que elegir es ella o yo -A ver niña aquí no hay nada que elegir, de verdad eres graciosa, tu eres mi esposa en un papel, Paola es mi mujer, el amor de mi vida -Entonces divorciate de mi -No, no puedo hacer eso, mientras mi padre siga con vida y el siga manejando el patrimonio familiar tengo que estar casado contigo, nada me haría mas feliz que divorciarme de ti pero por los momentos tengo que soportarte -yo no puedo soportar esta situación si no se va Paola me voy yo -Perfecto si te quieres ir vete, no nos divorciaremos pero vete si es lo que quieres, me harías un favor -De verdad es lo que quiere -Nada me irrita mas que verte todos los días, tu presencia me recuerda que no puedo ser totalmente feliz con la mujer que amo -Perfecto Me di la vuelta y salí de ahí, fui a mi habitación hice mi maleta la verdad no metí casi nada ahí podía comprar todo de nuevo cuando baje Paola estaba esperándome -Así que te vas, no sabes lo feliz que nos haces -Recuerda algo Paola, tu eres la otra, su amante, la esposa soy yo, quedate y revuelcate con el todo lo que quieras pero nunca dejaras de ser mi sombra ah y recuerda que si te embarazas tus hijos serán bastardos en nuestro mundo eso no es bien visto así que procura no hacerlo Ella me abofeteo -Digno de una cualquiera tu comportamiento Paola Salí de ahí, si, pueda que sea una niña de 18 años pero sigo siendo una Castrioti, si Fernando creía que podría aprovechar mi estatus y que yo me quedaría callada ante las humillaciones de su mujer estaba equivocado Llegué a mi departamento y extrañamente tuve esa sensación de estar en mi hogar. Minutos después escuché el timbre fui a ver quien era, me parece extraño pues no le informe a Nadie que estaba aquí pero seguramente papá ya lo sabía, el apartamento era mío, estaba a mi nombre pero a final de cuentas el lo había comprado pensé que era alguien que el había enviado paro para mi sorpresa era Fernando Abrí la puerta y el comenzó a gritarme -Quién diablos te crees para decirle lo que le dijiste a Paola, ella es mi mujer, tu no eres nadie -Perfecto, ella es tu mujer y yo tu esposa, solo se lo deje claro -Eres una mocosa malcriada, maldigo el día que te cruzaste en mi camino Después de decir eso me dio una fuerte bofetada que me hizo caer al suelo, nunca antes nadie me había puesto una mano encima me dolía horrible puse mi mano en mi rostro y lo mire una mirada cargada de odio y el termino diciendo -Mantente alejada de mi mujer y de mi Después de decir eso salió de mi departamento yo llore como nunca en mi vida lo había hecho, me sentía estúpida, yo pensaba que estaba enamorada de él y que él tarde o temprano me aceptaría y me amaría como si esto fuese un cuento de hadas, llore y llore más hasta que saque todo Estuve unos días en casa sin siquiera levantarme de la cama pensé que si moría sería lo mejor, hasta que alguien entró en la habitación -Jesús niña me asustó -Nana -Niña que hace aquí? Mi nana venia de vez en cuando a limpiar de departamento -voy a volver a vivir aquí nana -por qué? Usted debe vivir con su esposo -bueno nana mi "esposo" no me quiere ahí el ya tiene a alguien que ama y yo pues solo sobró en su vida No dijo nada solo me vio con tristeza en sus ojos Después de un rato me llamó para que comiera algo le conté todo lo que paso -Niña que va a hacer ahora? Le dirá a su padre? -no lo sé nana tal vez vuelva a la universidad y pues papá no tiene que enterarse de todo solo que volveré a estudiar Al paso de los días mi vida volvió a ser casi la misma que antes de casarme solo que como salió en todas las revistas y periódicos lo de mi boda todos sabían que estaba "casada" muchas compañeras me dijeron que tenían envidia de que yo tuviera un esposo tan guapo, en cuanto a los estudios a los 19 años había terminado la escuela de medicina sólo mi Nana me acompañó en mi graduación. Tomé la decisión de solicitar mi internado de cirugía en Baltimore en el John Hopkins no dudaron en aceptarme a los 24 años ya era Neurocirujano. Volví a California donde comencé a trabajar en un hospital universitario como cirujana titular. En todo este tiempo no había sabido de mi esposo más que por las revistas y periódicos, pensé que lo vería con Paola en los medios pero nuestro matrimonio era de conocimiento público, cada vez que le preguntaban por su "esposa" se limitaba a decir que a mi no me gustaba ir a eventos públicos y que el como esposo amoroso respetaba mi decisión. Papá sabía que estábamos "separados" realmente pero mientras siguiéramos casados para el era suficiente. En mi trabajo jamás utilicé ni mis influencias ni las de mi esposo para tener la posición que hoy tengo, mi mente privilegiada si me fue de mucha ayuda una vez en el internado y la residencia se me hizo mas sensillo hacer amigos aunque todos mis compañeros eran mayores que yo, ya a los 20 años no se notaba tanto que comparada con ellos yo era una niña, después de lo que pasó con Fernando pase de ser una niña tímida y optimista se volvió una mujer fría y calculadora. Ya tenía unos días en el hospital cuando me di cuenta que mi suegro estaba muy enfermo por casualidad estaba en el área VIP del hospital donde trabajo no dude en ir a verlo cuando entre el me saludo de manera educada -Isabela, querida tenía años de no verte, cuando te casaste con mi hijo apenas eras una niña y mirate ahora eres una hermosa mujer, supe que ahora eres doctora Y si en efecto a los 18 años yo era linda pero seguía teniendo la apariencia de una adolescente ahora mis curvas estaban más desarrolladas tenía la apariencia de una mujer mi busto no era tan grande pero sí lleno y con buena forma mi cintura era pequeña y mis caderas anchas mis piernas largas y estilizadas mi pasatiempo era hacer esgrima por lo que me mantenía en buena forma, mi trasero estaba levantado puede decirse que mejore con los años -Gracias señor Thompson y en efecto estudie medicina ahora soy neurocirujano por eso no tuve tanto tiempo de visitarlo estos años lo siento mucho se que fue descortés de mi parte -querida no tienes de que preocuparte, no creas que no se de las andadas de mi hijo, no puedo entender por qué si tiene una hermosa y talentosa esposa sigue empeñado en seguir con esa mujer que no hace más que sacarle dinero -bueno señor Thompson eso tendría que preguntárselo a su hijo no a mi, me temo que no tengo la respuesta Continue platicando con el señor Thompson la verdad me cayo muy bien era muy amable conmigo
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