CAPÍTULO I: El Ave y el Hombre Misterioso

1261 Words
A veces en la vida se cree que la fe es una montaña muy difícil de mover y que la esperanza es solo una pequeña puerta que te llevará al lugar que tanto deseas llegar. No es que sea difícil, tampoco imposible, es simplemente confiar que lo que crees así será. Y ya,no es tan complicado, o eso es lo que siempre nos decimos a nosotros mismos. La vida de Electra era una vida muy dura,desde pequeña fue abandonada en un convento en un pequeño pueblo,lugar donde creció creyendo que estaba sola, que nadie la amo ni siquiera un familiar cercano ,hechos que la hicieron pensar que así estaría toda su vida,aunque recibió el amor de las monjitas no era igual ya que a medida que crecía podía ver el amor que demostraban los padres de algunos niños en el parque que la llevaban a visitar cada domingo y de los cuales se había hecho amiga de algunos ya que otros la llamaban huérfana. Esta ella no la molestaba pero no podía evitar sentir cierta envidia pero de la buenas hacia sus amigas. Muchos se burlaban de ella ya que siempre que iba lo hacia con la hermana Sol , era una monja con una vocación de servicio intachable, amaba a cada niño pero en especial a esa pequeña niña de pelos ondulados color dorado. Se planteo muchas veces porque había personas capaces de abandonar a una Criatura indefensa,a un ser tan maravilloso como lo eran los bebés. Pasaron los años y Electra creció hermosa y una joven con una inteligencia increíble,pues a los 16 ya había culminado su 5to semestre de la carrera de administración de empresas en la universidad, consiguió una beca completa en una de las universidades más prestiosa de España, la universidad de Barcelona, aunque vivía en un pequeño departamento bastante cerca del recinto y así no tenía que gastar demasiado en autobús, cada centavo que se le daba de la beca lo gastaba juiciosamente y si no lo necesitaba pues no lo malgastaba. Se consiguió un empleo de medio tiempo y así compraba las cositas necesarias para su diario vivir. Aunque Electra era una joven que de lejos aparentaba ser alguien feliz en realidad no era asi,tenía pesadillas constantes y lo único que venia en su salvación era un enorme ave de fuego y un hombre al que nunca le vio el rostro. En principio le temía al ave hasta que veía como eliminaba esas sombras raras y criaturas infernales que siempre la perseguían y que gracias al ave y a ese hombre nunca podían encontrarla y si lograban hacerlo el ave abría sus alas de fuego protegiéndola de todo mal. Ella logró salir de muchas adversidades y al tener a una amiga como Hanna la complementaban plenamente y así era feliz y sentía menos sola y más amada. Pero Electra no solo veía al ave en sueños,el siempre estaba a su lado pero por estar preocupada y sumida en sus propias luchas externa no le permitían verlo a su lado,el era su guardián, su fortaleza,escudo y fuerza y no pasaría mucho tiempo antes de que ella lo viera manifestado frente a ella en todo su esplendor. Un sábado por la tarde andaba tan distraída en el supermercado comprando la comida de la semana cuando le parecio ver a un ave roja en la entrada del super, la siguió pues esa ave aunque se veia muy pequeña se parecía mucho al ave de sus sueños mientras ella iba pensando el ave doblo al otro pasillo pendiendosele de vista a Electra haciéndola creer que estaba imaginando cosas. Antes de girarse y volver al pasillo donde se encontraba antes vio a un pequeño niño como de cinco o seis años el cual pensó ella que estaba desorientado, busco más allá algún familiar pero parecía estar sólo. Se acercó a él y le preguntó –Hola pequeño, donde están tus padres?- con una sonrisa que según él niño era la más hermosa que había visto en toda su vidale respondió. –No se,andaba con mi tío, pero me he escapado cuando dijo que me llevaría con mi mamá.- respondió con los ojos aguados. –Mmmmm, entiendo. Cual es tu nombre? El mio es Electra. –Tu nombre es muy lindo. Me llamo Nathan Yael .-Respondió con una sonrisa inocente – Gracias Nathan. El tuyo también es muy lindo. No quieres ir con tu mami? -es extraño que un niño tan pequeño huya de su madre,pues las mayoría desea tenerla siempre a su lado. Pensó Electra –No.- respondió tajante el niño –No la quieres,ella te maltrata?-Volvió a preguntar, ya que ese si seria un motivo válido y ella misma lo llevaría a la policía de ser así a poner una demanda por maltrato al menor. –No,pero no me gusta su novio. Le dije que lleva chicas a la casa pero no me creyó ,así que no quiero verla.- Electra sonrió y pensó que ese niño realmente quería a su madre,solo quería lo mejor para ella. Pero tal vez esas chicas que lleva su padrastro no sean nada de él y los celos del niño no le permitían ver la realidad. Lejos estaba Electra de creer que en realidad el niño tenia muchas razones sobre su padrastro y se quedaba corto. –Te parece si buscamos a tu tío y lo convences de que no te lleve con ella por ahora?- pero el niño aun seguía negado a ir con él. –Bien,mira Nathan, debes dejar de hacer eso porque muchos niños en el mundo están sin su madre- trato de razonar con él y continuó –Quisieran tener la dicha y suerte que tu tienes de tener una,que te abrace, te mime,te diga que te ama y proteja sobre todas las cosas, no es la mejor manera,debes valorarla y respetarla,y si ella no te creyó entonces busca la manera en que ella te crea sin necesidad de que se griten,te parece bien?- –Buscar una manera-se quedo pensativo el niño–como que podría hacer? –Se que eres muy inteligente y encontraras la forma de abrir sus ojos,vale?- Nathan asintió en afirmación –Esta bien,buscare la forma. Muchas gracias Electra. - le dijo y le dio un beso en la mejilla y salió corriendo. Era un niño angelical y en verdad esperaba haberlo hecho entrar en razón. Aunque no sabía lo que ese día le estaba por deparar. Electra sonrió pero no se quedó ahí si no que fue a verificar que en verdad haya ido a buscar al tío. Efectivamente había ido con un hombre que estaba de espaldas y que al sentir la mirada de Electra se giro buscándola. Electra antes de que la viera se fue corriendo con el corazón desbocado y una sensación algo extraña según ella en su pecho. -Esa postura, el cuerpo y esa fragancias,me parecen familiares- pensó ella mientras corría. Porque no se detuvo a esperar averiguar quién era aquel atrayente sujeto, el que estaba provocando sensaciones que ella no había experimentado nunca en su vida. Sabía que había dejado lo que en primera la habría llevado al supermercado y estaba preparada para la reprimenda de su amiga y sus malditas burlas, porque aunque quisiera mentirle sobre lo sucedido, ella era de aquellas personas a las que nunca se les daba una mentira. No se dio cuenta siquiera de cómo fue que salió tan rápido, lo único que tenía en mente era salir de ahí cuanto antes, aunque tampoco sabía porqué estaba huyendo, cual ladrón perseguido por la ley.
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