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Salgo de la oficina de Bastian y me pongo roja al ver que Julie me sonríe intentando permanecer normal, pero tiene un tic en una ceja. Paso rápidamente por el frente de su escritorio y por poco me voy corriendo a mi oficina.
Me siento muy extraña sin tanga, pero estaba tan empapada, que fue imposible volvérmela a poner, cosa que a Bastian le pareció de lo más divertido y sexy, porque él se quedó con ella, mientras yo espero, que el roce del pantalón, no me vaya a lastimar.
Enciendo la computadora sobre el escritorio de mi oficina y siento la garganta tan seca, que mientras cargan los programas y el software de la empresa, voy hasta una pequeña cocineta que hay en el piso. Busco un vaso y me sirvo agua con un poco de hielo, para la sed y el calor que me produce de solo r
