○○◘◘••♥♥••◘◘○○ —Cielo, tranquilo —le pido y él apoya su cabeza sobre la mía. —¿Tú crees que Elena o Elián preguntan por su abuela? — Yo niego, porque sé que no lo hacen —. De hecho, Elián está volviendo a ser el pequeño del crucero desde que mi hermana salió de la casa de mi mamá. —No sé qué decirte sobre eso —respondo y él suelta el aire de forma pesada. —¿Está mal no querer compartir tiempo con ella? —se cuestiona y yo levanto los hombros. —Sabes que no sé lo que es tener una madre, pero supongo que, si esta es mala, es normal que no se haya ganado el cariño de sus hijos —concluyo y él asiente pensativo. Nos quedamos recogiendo todos los papeles con ideas, dibujos, etc., que quedaron sobre la gran mesa y salimos directo a su oficina, para revisarlos y trazar un nuevo plan, que