Adulta

1003 Words
—¿Por qué está tan molesta? —pregunta Jane. —Le he dicho que su útero no se pone joven y no puede estarse paseando con hombres que no la toman en serio, perdón Patrick, pero cuántas semanas va a durar esto. Además, no está descuidada, compré el edificio y vacié los apartamentos de arriba y debajo de su piso, ahora viven guardas de seguridad. Si quiere vivir incómoda que lo haga. —todos se quedaron mirándole. —Esos bebés preciosos se convertirán en gente con libertad y deseos. ¿Saben cuánto vale esa niña para mí? Millones que no estoy dispuesto a pagar a un gilipollas que la maltrata. En fin, déjala en el cuchitril, ella verá. —A mí lo único que me aterroriza es... —dice Serena y tragó duro. —Le has llamado vieja. Todos en la mesa rieron porque el mayor miedo de su hermana es envejecer, a serena hay que explicarle que cumplir años es una bendición todos los años, porque entre más aumenta el número, mayor es el sufrimiento. —No le he llamado vieja, las mujeres tienen un número de óvulos. Ella los está matando con pastillas anticonceptivas, lo que quiero es que se case. Patrick se queda en silencio mientras todos opinan sobre la situación financiera de los Bradford, demasiado dinero para un solo hijo y la verdad, no sabían con exactitud la cantidad de dinero y responsabilidades que Aurora heredaría. —No puedes controlar a un adulto Bradford—Le advierte Jane, quien había sido manipulada y mandada por sus padres hasta casi sus treinta y si bien Adam podía parecer el error más grande ante los ojos de sus padres, había sido la mejor elección. De verdad, podía describir un antes y un después de Adam. Todos los Luthor tienen una opinión. Patrick va al interior de la casa y encuentra a Aurora caminando de un lado al otra furiosa porque no encuentra las llaves del auto y tiene ganas de orinar. Ella pregunta dónde está el baño y él le carga sobre su hombro. Aurora le da golpes en la espalda mientras grita molesta que la baje. El efecto le lleva al piso de debajo de la casa, pasa por su habitación y abre una puerta, la de la sala de juegos. Y ahí abre otra puerta donde hay sacos de boxeo. Él le coloca uno de los guantes rosados de sus hermanas y se coloca unos, luego le enseña como dar un par de puñetazos, ella le mira y da un golpe inseguro. —Imagina que ese es tu papá. Ella da un par de golpes pequeños y minutos más tarde, toma un ritmo y le da una golpiza al saco. Patrick lo sostiene para evitar que se golpee y ella sonríe. —Más, por favor. —Él le deja dar todos los golpes que pueda hasta cansarse. —Necesito uno de estos en casa. —Son saludables, aprueba de padres, hermanos, hijos y esposa molestos —Ella se ríe y Patrick le ayuda a quitarse los guantes. —Tenemos que encontrar una forma de mejorar en esto—propuso Patrick y ella asintió. —Límites, le llaman. —Críe a tres hijos, que será eso. —El que tu hija sepa sin preguntar que no puede dejar todo tirado. —Es complicado, su mamá la llevaba a todas las clases de música de niña, las de ballet, las clases de pintura. Yo solo… pago. Cómo le digo que no. Él le hace una seña y los dos pasan por su habitación. Ella notó que era una parte de lo que caracterizaba a Patrick. En el jardín de nuevo, había niños asando malvaviscos con el abuelo y con sus padres. Aurora y Patrick se sentaron a comer aunque ya no estaba caliente. Además, habían perdido el apetito, Adam le dio a su nueva nuera un Sprite y compartieron una mirada divertida. —¿Estás embarazada?—le preguntó Serena. —No, eso definitivamente viene de tu contrabando Los dos sonrieron. Charlie fue a sentarse en el regazo de su tío favorito y compartieron un malvavisco. El niño le preguntó si quería uno a Aurora y le dio la mano para ir a la mesa de dulces, le explicó como debía hacerlo y Patrick la observó, si bien los adultos habían estado un poco escépticos, los niños tenía una opinión diferente. —¿Patrick, crees que ella esté enamorada de ti? —No. —¿Ahh, entonces están haciendo esto por dinero o por qué? —No sé, me causa… ternura. Ella se acerca con una sonrisa. —Tío Patrick mira lo que hicimos, ¿el quemado o el más quemado?—pregunta y los dos sonríen. Patrick muerde el sueño y sus sobrinos sonríen orgullosos cuando él lo prueba y les da el visto bueno. —Ven, vamos a hacer más —le dicen y le llevan hacia la mesa de dulces para tomar más malvaviscos, Patrick ve a su padre y a Aurora, le parece curioso que Adam haya caído por esa cara dulce y esa actitud de estrés constante. Jane, la hija pequeña de Serena, le pregunta si la puede ayudar a azar el suyo porque el fuego le da susto. Serena la carga y le da un beso antes de llevarle a preparar su malvavisco asado. Bradford sonríe ante la escena familiar; sin embargo, aprovecha para acosar a Patrick. —El tiempo no deja de correr Luthor y ella se está enfriando y la propuesta pude expirar. —¿Qué pasa si ella se niega? —Le darás pésimas noticias a tus empleados un domingo por la noche—Responde y le da un apretón de hombros. —Aurora está empecinada con que quiere romance, amor, felicidad y la verdad, estoy haciendo por ella, no del modo en el que ella querría, pero… bueno, es mi niñita. —Entonces. —Necesitas esforzarte Patrick, quieres que te escriba un manual o cómo hacemos, pensé que eras inteligente.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD