Las palabras correctas, pueden convertir una tragedia en un drama romántico y a la inversa, las palabras incorrectas, pueden crear una tragedia.
¡Ayuda!, es una palabra poderosa que a menudo es usada a la ligera denigrándose a sí misma al grado que necesitamos una palabra más para determinar el grado de la amenaza, ¡auxilio!
Necesitamos ayuda para sujetar una escalera y auxilio cuando caemos de ella.
Decir, ¡me enamoré del hombre a quien le pediste que me protegiera!, es demasiado agresivo y cortante, decir, ¡no puedo corresponder a tus sentimientos!, es muy frío y, ¡eres el hombre más dulce que he conocido en mi vida, pero no puedo amarte!, dejará abierta la posibilidad y será peor que quedarme callada.
Puedo mencionar, que me enamoré de Demián antes de comprometerme con Edwards, ante
