Los lirios dorados brillan trazando tres caminos que conducen al mismo árbol y bajo su sombra veo una figura, se trata de un hombre alto, vistiendo ropa oscura, una capa larga con capucha y una máscara que cubre todo su rostro. Tiene sentido que la use, aunque es una pena, no hay forma de escapar una vez que los perros han olfateado su aroma. – Ja. El sonido que escapa de su garganta tiene un tono de burla, mi mano sujeta el mango del cuchillo y él se acerca velozmente, con la mano derecha empuja mi cuello contra el tronco del árbol lastimando mi espalda y al mismo tiempo yo llevo mi cuchillo hacia su cuello y presiono. Sus ojos son azules y la máscara es de un tono gris oscuro con el grabado de una daga en plateado, en cuanto a su mano, es áspera, rodea con facilidad mi cuello y a med