Cree mis propios demonios.
Humillé a mujeres que no lo merecían y me gané su venganza, ignoré los sentimientos de mis sirvientes y me hice acreedora a su deslealtad, rompí el corazón del único hombre al que he amado y mi recompensa fue su odio.
Es mi error porque no fui capaz de particionar, entre la mujer fría y desobligada que decía todo lo que quería y hacía lo que más le convenía, y la mujer sumisa que desea volver a su habitación, recoger las piernas y rezar para que todo desaparezca, elegí un punto medio.
Y olvide que mi deber, era elegir a una y borrar a la otra.
El baile comienza y yo desvío la mirada para que Edwards no vea mis lágrimas, no quiero parecer más patética de lo que ya demostré que soy.
Mis manos se aprietan sin querer y estoy a punto de disculparme, vuelvo a apar
