Aranza. Juego con sus cabellos a mi antojo, escucho su sexy gruñido y me alejo suspirando sonoramente, mantengo los ojos cerrados porque en serio disfruto de los labios del Alphita y espero que todavía no se haya dado cuenta de eso. — Así que te gusto, ¿eh? Susurra haciendo que sonría, abro los ojos viendo los suyos, tan azules, tan hermosos, acaricio sus mejillas con ternura, aquí, en la oscuridad_de esta mugre cueva, curiosamente me siento bien, me siento capaz de hacer estas cursilerías que en otros lugares, no sería capaz, al menos, no por el momento. — No dije tal cosa. — Oh, sí que lo dijiste, lo escuché perfectamente, no olvides que tengo una audición más amplia por ser un lobo, y, no cualquier lobo, sino un futuro Alpha. — En ese caso, entonces, espero lo hayas escuchado