Aidan. Camino lentamente hacia la entrada de la casa, suspiro mirando mi reloj, ya son pasadas las diez de la noche y yo llegando recién a casa, espero que todos estén durmiendo o muy ocupados con sus cosas. Al menos venimos llegando de la compañía y no de otro lugar. Ahora no, Alan, estoy cansado. Digo poniendo mis ojos en blanco, entro notando que nadie está en la planta baja, aprovecho eso para caminar hacia la cocina, muero_de hambre, no he comido nada en toda la tarde por estar haciendo balances que mi padre dejó como castigo por haber llegado tarde a la compañía, suspiro sonoramente dejo el maletín encima de la mesada y voy directo a la heladera, en estos momentos un sándwich sería muy apetitoso. Que sean dos, tres, hasta cuatro también, moco. Veremos, Alan. Voy sacando los in