Para salir de la zona tuvo que dar algunas vueltas por las vías cercanas y logró identificar el hotel en el que había tenido su encuentro con Noah. Las palabras de Grace retumbaron en su mente y sin pensarlo mucho, se detuvo en el lugar, bajó del auto y fue directo a la recepción del modesto lugar. —¿En qué puedo servirle? —preguntó la recepcionista, notablemente confundida, pues era raro que una mujer tan elegante y con el porte de Alessia decidiera quedarse en un hotel como ese. —Ehm…, hace unos días estuve en una de sus habitaciones y mi acompañante se fue antes de tiempo… —se quedó callada unos segundos, pues no sabía cómo decir las cosas, sin que sonara como una mujer desesperada—, entonces no sé si tal vez me dejó alguna razón y olvidaron dármela. La recepcionista se quedó mirá