¿Su hermano? Tenía que estar jugando conmigo. Dietrich Novarretty era sumamente peligroso, era un hombre con el que mejor nunca te cruzabas en la vida. Si Dietrich estaba tras la cabeza de mi padre, pronto estaría tras la mia. Solo había una razón por la que podría estar iniciando esta guerra: poder, el poder que teníamos los Botticelli en Italia. Un poder que no estaba dispuesta a cederle a nadie, y si para eso tenía que enfrentar a Dietrich Novarretty lo haría, con o sin el apoyo de su hermano. —¿Por qué tu hermano querría ver rodar la cabeza de mi padre? —pregunté recelosamente—¿Qué es lo que ha motivado al dueño de la Bratva a iniciar una guerra contra la Cosa Nostra? —Negocios. Hay un pez gordo, más gordo que tu padre y que mi hermano, no sé de quién se trata porque mi hermano no