—¿Ya terminó la organización de los invitados en la mesa? —preguntó Haarón, para calmar el ambiente. Pero había entendido que fue una manera de Honey, para regañar a la que era su mano derecha. —Ha terminado hace varios minutos y hemos he ordenado que repartan el cóctel de bienvenida a los adultos, soda los niños y jugo a todo a aquel que no pueda beber las dos anteriores. Además, de algunos pasabocas, mientras los esperan —respondió Lila de manera detallada; era uno de sus dotes, llevar la planificación de eventos, más que siempre era que organizaba el calendario de Honey. —Eso es excelente —dijo Haarón, al recibir el informe de la que acontecía en la recepción. —Ya puedes marcharte, Lila. Espéranos en la entrada, para que te encargues del resto —dijo Honey con voz imperativa—. Haar