Honey veía el acercamiento que Haarón se había atrevido a hacer. Desde antes de conocerlo en la tienda de ropa, él había llamado su atención. Acaso, ¿estaba enamorada? No, no era nada eso, porque no tenía esos sentimientos por él, solo era curiosidad; quería conocerlo y saber cómo era Haarón, y, su primer contacto, había sido en el almacén, donde él trabajaba, pero después no lo vio por una semana, hasta que se lo divisó, llorando afuera de la catedral, estando rodeado por la gran multitud. Ya no creía en el amor y había borrado cualquier tipo de sentimiento afectivo de su ser. Quizás, por haber estado observándolo mucho tiempo desde la distancia, de manera inconsciente, se sentía atraída por Haarón y, al estar cerca, quería estarlo todavía más. Era complicada y difícil de tratar, pero tam
